miércoles, 1 de febrero de 2012

La bicicleta: medio de transporte urbano del futuro

                                                                                    Soc. Antonio Rengifo Balarezo


Nuestra ciudad capital es ideal para la conducción de bicicleta: el valle del Rimac tiene gradiente suave y clima benigno.  Además, en el mercado limeño se hallan bicicletas accesibles a todas las clases sociales.  Las bicicletas antiguas, “de segunda mano”, son baratas y eternas.  Sin embargo no se usa masivamente la bicicleta.


Así como sabemos que el transporte motorizado genera el 80% de la contaminación ambiental y que es una de las principales fuentes de estrés: también sabemos, que la utilización de la bicicleta como medio de locomoción es una cuestión de salud pública preventiva.  Sin embargo, no se usa masivamente.  Se prefiere gastar en pasaje y recluirse en esas cámaras móviles de tortura llamadas “combis.


Se usa masivamente la bicicleta en países mayormente pobres de Asia y en La India.  También en países ricos como Suecia y Holanda.  Unos lo harán por necesidad y otros por elección.  Pero, en cualquier caso, por qué en el Perú no se usa masivamente la bicicleta?  Encontremos la causa determinante.


En las principales ciudades de nuestro país no existe un registro de bicicletas ni licencia para conducir.  Aunque el Reglamento de tránsito toca tangencialmente al ciclista, éste es invisible para el policía.  El Reglamento Nacional de Construcciones y Edificaciones tampoco lo toma en cuenta.  Los ciclistas son los discapacitados no amparados por la Ley.  Los edificios de servicio público del Estado o de empresas privadas; así como los edificios multifamiliares, carecen de lugares de estacionamiento para bicicletas.  (Indudablemente, hay excepciones).
Las pocas ciclovías están descuidadas y en los lugares y horas de congestión son utilizadas por los motociclistas.  Sin embargo, la ciclo vía que parte del monumento a Jorge Chávez y sigue por toda la avenida Salaverry hasta el mar no es peligrosa y su arboleda es refrescante.
Se puede argüir que el caos urbano y las “combis asesinas” atentan contra la integridad física y la vida de los ciclistas.  Pero, conduciendo una bicicleta con ingenio y cierta prudencia, se encuentran vías alternativas a las más congestionadas y peligrosas; además se descubren atajos en la ruta.


Quienes usan en Lima mayormente bicicleta son repartidores de balones de gas, de periódicos, mensajeros, jardineros, albañiles, gasfiteros, etc.  Es decir, personas de categorías ocupacionales de menor prestigio.  Con el “agravante” de que son cholos los que ejercen esos oficios.  Si un arquitecto fuera a la universidad, al Colegio de Arquitectos o a visitar en bicicleta se le tomaría como pintoresco, exhibicionista, excéntrico o lunático.  Hay algo en él que no es consistente.  Ello quiere decir, que la bicicleta como la marca de un auto es símbolo de posición social.


En suma, para que en Lima se use masivamente la bicicleta, lo prioritario es superar el prejuicio social.  Que, por lo demás, sería una de las maneras inmediatas de ejercer la libertad.

Antonio Rengifo Balarezo es Sociólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escritor e investigador, a publicado diferentes libros y artículos sobre diferentes temas, tanto de la actualidad peruana  como de nuestro pasado reciente, ha sido docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la Universidad San Martín de Porres y en otros centros académicos.

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