martes, 23 de junio de 2015

Planificación Territorial en los Andes. La Geografía de la Costa Peruana


Como he comentado muchas veces en algunos artículos del Blog, la planificación urbana en el Perú está pasando por una crisis muy profunda debido básicamente a dos factores importantes; por un lado, existe un desconocimiento absoluto del territorio al momento de organizarlo, y por el otro lado, la implementación de modelos urbanos ajenos a nuestra geografía y realidades culturales a lo largo de la historia, lo que ha ocasionado ciudades con crecimientos desordenados, expansivos y atomizados, generando la destrucción de sus contextos territoriales y espaciales (valles, cerros, ecosistemas de lomas, etc.), principales fuentes de recursos y energía.

Esta situación nos obliga a hacer una reflexión y revisión de cómo debería o debió ser la organización territorial en los andes peruanos, un espacio geográfico de características especiales por su geomorfología, altitud, su variedad de ecosistemas y climas, definiéndolo como un territorio único en el mundo, comparado probablemente con el Tíbet en el Asia y distinto a los espacios geográficos de Europa y Norteamérica. De esta manera, el presente artículo será el primero de varios escritos sobre la planificación urbana en los andes, centrándome primero en los aspectos geográficos de la costa peruana y sus valles transversales.

Como es ya conocido, la geografía del Perú está definido por tres grandes regiones naturales; la Franja Longitudinal Costera; la Cordillera de los Andes propiamente dicha, más conocida como la Sierra; y el Bosque Tropical o Selva, cuya columna vertebral es el sistema hidrográfico del rio Amazonas que nace en los andes del sur y desemboca en el Océano Atlántico.

Foto satelital del territorio peruano. Wikipedia
Foto satélital de la costa peruana.
En color crema. Wikipedia

De la primera región mencionada, y a la cual nos vamos a dedicar con bastante detalle, es un territorio alargado, que bordea todo el litoral peruano que da al Océano Pacifico; se caracteriza por tener un paisaje desértico y arenoso, con un clima tropical seco en el norte y subtropical árido con elevados niveles de humedad en el centro y sur. Lo conforma además un sistema de pequeños valles que se desarrollan de manera transversal y que se ubican rítmicamente con las planicies desérticas. Estos nacen en los puntos más altos de la cordillera de los andes, en las cumbres montañosas o en los lagos de las mesetas altiplánicas, y se caracterizan por tener una alta productividad agrícola; los valles más fértiles y grandes se desarrollan en la costa central y norte, donde en algunos casos estos están muy cerca entre sí, con distancias de 5 a 10 km, creando sistemas geográficos como la comarca de Lima, definido por los valles del Rímac, Chillón y Lurín, o la gran cuenca hidrográfica de los ríos La Leche, Chancay y Reque que conforman la provincia de Chiclayo, en el Departamento de Lambayeque. A diferencia de lo que ocurre en la costa norte, en el sur, los valles tienden a ser más escasos y sus cuencas angostas, y por ende el paisaje es muy desértico.

Desierto costero del Peru. En Nasca.
Foto Yoli Marcela Hernandez
El valle del Lurin. Lima Prehispanica UNMSM

En cuanto al litoral costero, este es bastante accidentado y se caracteriza por tener una organización continua de grandes bahías y ensenadas, conformadas por playas y separadas por pequeños morros, penínsulas y puntas que la definen; las bahías son los espacios bajos de los valles y quebradas de la costa, a donde desembocan los distintos ríos que la atraviesan.

Valles de los ríos Santa, Nepeña y Casma.
En la costa de Ancash. Google Earth
Sistema hidrográfico de los rios la Leche, Chancay y Reque.
Lambayeque. Google Earth

Haciendo un análisis más detallado de la geografía de un valle costero, este se caracteriza por tener un cause pequeño y bastante caudaloso en su caída desde la sierra, especialmente en los meses de Verano (entre Diciembre y Marzo) donde el nivel del agua se eleva debido a las lluvias que caen en la parte alta de la cuenca; sin embargo, durante el transcurso del año, el caudal del rio tiende a ser más bajo o simplemente no pasa agua.

En cuanto a su organización, el valle costeño está dividido en tres niveles bien definidos:

1) El Valle Alto, ubicado en las parte superior de la Cordillera de los Andes, sobre los 2500 y 3000 metros de altura, en el límite de la Yunga Marítima (1) y la región Quechua (2), Esta se caracteriza por tener una cuenca accidentada y en donde tanto el valle como el cauce del rio es bastante angosto, a este desembocan las diferentes quebradas que bajan por las laderas montañosas y que nacen en los las divisorias de aguas que la conforma.

Valle alto. Cuenca del río Nepeña. Foto de Ed Pax

2) El Valle Medio, espacio ubicado en la región conocida como la Yunga Marítima, entre los 500 metros y 2500 metros, y que está conformando por pequeñas planicies aluviónicas producto de un ligero ensanchamiento de la cuenca. Al igual que el valle alto, esta parte también está definida por pequeñas quebradas que llegan al cauce del rio, por ellas corren grandes aluviones de lodo y piedras durante los meses de Verano, produciendo inundaciones en las partes bajas del valle, como lo ocurrido en las áreas urbanas de Chosica y Chaclacayo en Marzo de este año.

El valle medio del río Chillón. Santa Rosa de Quives.
Foto Enrique Cortes
El valle bajo del rió Mala. Azpitia. Foto Enrique Cortes

3) El Valle Bajo, ubicado desde el nivel del litoral hasta los 500 m.s.n.m, en la franja costeña propiamente dicha. En este Lugar, se produce un ensanchamiento del valle, conformando el llamado cono de deyección y que está constituido por el rio propiamente dicho y algunos afluentes. En ciertos casos, al desembocar en el mar, este forma un pequeño delta, generándose lagunas y pantanos; en otros casos, el rio no llega al océano y termina en un sistema de lagos o simplemente se evapora en la planicie costera, un ejemplo de este último lo vemos en el caso del rio la Leche en Lambayeque. Como mencione anteriormente, el valle bajo esta delimitado por una bahía o ensenada en el litoral; en ellas y cercanas a las playas y a los morros que la conforman, se crean afloraciones naturales, como humedales, pantanos y lagunas, llamados también puquiales, cuyos suelos se inundan sistemáticamente durante todo el año, un caso conocido lo vemos en los Pantanos de Villa en Chorrillos o en las lagunas de San Pedro en Lurín. Otra ubicación de estos ecosistemas se dan entre dos cuencas hidrográficas muy próximas, como el caso de los valles del Chillón y el Rímac, donde en la confluencia de las mismas se formó hace muchos siglos un área de humedales, conocido como el puquial de Aznapuquio, hoy desaparecido, en el actual distrito de San Martin de Porres.

Cono de deyección del río Chicama. Google Earth
Los pantanos de Villa. Chorrillos. Foto Jeffreyroth

Las características geográficas de la costa peruana, sus valles y la relación de esta con el mar, determinaron una forma muy particular de planificar el territorio por parte de los antiguos hombres que habitaron estos lugares en épocas prehispánicas. Esta organización será explicada con más detalle en el artículo del próximo mes, en la cual se describirán los diferentes patrones de asentamiento urbano en el espacio andino y su transformación en el tiempo hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI.


Fuentes:
(1) La Yunga Marítima es la segunda de las ocho regiones naturales que tiene el Perú y que fue propuesta por la tesis del geógrafo Javier Pulgar Vidal, espacio geográfico que está ubicado entre los 500 y los 2500 m.s.n.m. El dato de los 3000 metros como límite entre el valle medio y alto se basa en las especificaciones que da Antonio Brack para el valle del Rímac, en su libro Ecología y Ambientes Urbanos.
(2) La Quechua es la tercera de las ocho regiones naturales del Perú propuesta por Javier Pulgar Vidal, ubicado entre los 2500 y los 3500 m.s.n.m., región montañosa con un clima templado y seco.

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