viernes, 23 de diciembre de 2016

Composición Urbana. Reflexiones sobre la Investigación de la ciudad


He querido dedicar la primera parte de este articulo a explicar la teoría de la composición y su relación con lo urbano, esto debido a dos razones fundamentales; en primer lugar, es un tema que nunca he tocado en esta página virtual por lo que su contenido es inédito; en segundo lugar, es obvio que teniendo como título Composición Urbana, el blog debía incluir una publicación especial sobre este tema, por lo que consideré necesario reservar el último mes de la temporada 2015 – 2016 para su publicación. En la segunda parte del texto, doy mi opinión acerca de una serie de reflexiones personales sobre la importancia de investigar la ciudad en los espacios académicos y proyectuales, de tal manera que se pueda entender esta como un organismo vivo en constante evolución que genera impactos positivos y negativos para el planeta.

Para hablar de composición urbana primero tenemos que mencionar el concepto de composición. La composición es un término bastante genérico y que engloba una serie de significados que van desde la acción misma de componer o crear algo hasta la forma de organizar las cosas; esta variación se da en función a como las diferentes ciencias y disciplinas utilizan el término a su aplicación teórica y practica en el desarrollo de una determinada obra; sin embargo, en gran parte de las ciencias y artes, la idea de composición está asociada al conjunto organizado o configurado de elementos o partes que forman un todo. En el caso de las artes visuales, por ejemplo, este concepto se relaciona a la idea de agrupar masas, figuras y accesorios en un espacio que puede ser bidimensional o tridimensional, generando un efecto en las personas que la perciben de acuerdo a lo que haya que representar (1), “En el dibujo plástico, la composición es la ordenación significativa de los signos visuales gráficos (plásticos o icónicos), es decir, su ubicación en un espacio y las posibles relaciones que entre ellos pueden establecerse. Este orden proporciona coherencia formal y espacial a la obra plástica” (2).

Composición en Rojo, Amarillo, Azul y Negro.
Piet Mondriaan. Wikipedia
Composicion VIII. Wassily Kandinsky. El poder de la palabra

La composición se fundamenta a partir de una serie de principios básicos, como el orden y la unidad, la armonía y el equilibrio, las mismas que son aplicadas para organizar el espacio visual utilizando los elementos básicos de la composición, como la Forma, el color y la textura desde el campo de la expresión, y la denotación, connotación y retorica desde el campo de los significados (3). La búsqueda de aplicar los principios básicos, especialmente la armonía y el equilibrio en la construcción de la composición, es regida por una serie de leyes o reglas compositivas que han ido cambiando a lo largo del tiempo y que de alguna manera son usadas en mayor o menor manera por muchos artistas actualmente, estas serian: la ley de las simetrías axial y radial, la ley de la balanza, la ley de la compensación de masas y la sección aurea (4).

Aplicándolo al campo del urbanismo, la composición urbana, podría estar asociada a dos significados, a la idea de componer ciudad o construir ciudad, y a la forma como las distintas partes del espacio urbano, lo edificado y lo vacío, lo público y lo privado, resumido en el conjunto de arquitecturas (edificaciones), calles, plazas, avenidas, se organizan de diferentes maneras en el territorio. La visualización de la composición urbana se puede dar a nivel de peatón cuando la persona observa y percibe la ciudad (formas arquitectónicas y naturales, colores, texturas) teniendo una imagen de ella (la imagen urbana), cuestión que ha sido tocada por muchos estudiosos como Kevin Lynch, Gordon Cullen e Ian Bentley; y la otra desde arriba, cuando a partir de imágenes satelitales, mapas y planos, se muestra la ciudad con la distribución de las manzanas y calles, en la cual se organizan tramas de distintas formas, algunas con tendencias a ser más compactas y definidas y otras más difusas. Estos dos niveles de visualización engloban el modo perceptual por la cual una persona puede entender como es la composición de una ciudad, sin embargo, ambos niveles guardan relación – la trama regular de una área urbana determina una percepción recta, lineal, ordenada y direccional de las calles si la vemos a ojo de peatón; en cambio, un tejido irregular define una percepción como de cierto desorden urbano, calles en curva, con elementos sorpresa -.

Composición de los elementos de la imagen urbana de Boston. Kevin Lynch
La Ciudad Viva
Roma. Composición del paisaje urbano.
Foto Enrique Cortes

Sobre el concepto de composición aplicado al urbanismo y al territorio, Gustavo Munizaga lo explica de esta forma “En términos integrales, resaltar la estructura implica que solo puede entenderse la ciudad como un todo orgánico y mecánico, compuesto de varios niveles de agregación, cada uno representado por un conjunto de sistemas y elementos que se interrelacionan entre si y se condicionan mutuamente” (5) Munizaga menciona estructura en vez de composición aunque ambas palabras signifiquen los mismo y sean sinónimos. Por otro lado, Munizaga explica ademas que para entender la noción de estructura o composición en la ciudad habría que comprender claramente tres aspectos teóricos, fenomenológicos y de métodos: La unidad del total (orden básico, aplicabilidad como modelo y paradigma); la existencia de partes interdependientes (análisis como sistemas y subsistemas, fragmentos y componentes); y las relaciones entre ellos (configuraciones aparentes y subyacentes) (6). De alguna forma, la suma de los dos últimos aspectos mencionados daría como resultado la primera, la ciudad como un todo, una unidad y un modelo tipológico a ser aplicable o no.

La composición urbana de una ciudad varía en función a una serie de consideraciones propias del lugar donde esta se asienta y que son estudiadas desde diferentes campos como la geografía, la historia, la economía y la semiótica; lo que quiere decir que no se puede mirar solamente la composición desde un aspecto meramente morfológico, si no que implica una visión integral y holística en la que intervienen varios enfoques y disciplinas para su estudio, teniendo como base datos cuantitativos y cualitativos – la composición étnica y demográfica, los niveles socioeconómicos, los nuevos estilos de vida y las redes o flujos económicos y tecnológicos que se dan dentro del espacio urbano -. Entender la composición de una ciudad significa comprender estas situaciones y las diferentes lógicas de cómo funciona, los mismos que junto con una serie de factores externos, como los fenómenos históricos globales – revoluciones sociales, cambios tecnológicos o el surgimiento de nuevas teorías urbanas – van construyendo un proceso a lo largo de los siglos que tiene como resultado una forma de composición de la ciudad muy particular y distinta a otras (identidad urbana)

Composición urbana. El plano de Roma de Giambattista Nolli.
Berkeley Library
Plan urbano de Chandigarh. India. AVB Blog

La aplicación de los principios básicos, los elementos y las leyes de la composición del arte en la ciudad es algo bastante complejo y ameritaría un estudio más completo, sin embargo, una relación más directa entre lo artístico y lo urbano la podemos encontrar en los aspectos morfológicos y del significado en la ciudad, - ¿existe acaso orden, unidad, armonía y equilibrio en el conjunto urbano arquitectónico de San Pedro de Roma vista desde la vía de la Conciliación?, ¿se pueden aplicar las leyes y reglas compositivas para describir la forma urbana de Brasilia, La Plata o Chandigarth?, los planos y mapas urbanos, ya sean turísticos o técnicos – estos últimos como los de usos de suelo - ¿no representan formas graficas de mostrar la composición urbana de una metrópoli?

La ciudad y su composición urbana, fenómeno vivo creado por el hombre como hábitat para su supervivencia, ha sido estudiada durante siglos desde diferentes enfoques y disciplinas; sociólogos, urbanistas, economistas y matemáticos, han investigado y publicado una innumerable cantidad de libros, tesis, monografías y ensayos, proponiendo en muchos casos nuevas teorías que no solamente fueron simples paradigmas a seguir, si no que terminaron transformando la forma de hacer ciudad cambiando el estilo de vida de sus habitantes. Es por esta razon que nos hacemos las siguientes preguntas ¿Por qué estudiar la ciudad? ¿Para qué estudiar su composición? ¿Por qué reflexionar sobre la misma?, al respecto Munizaga tiene una respuesta bastante curiosa “La ciudad es sobre todo, una entidad total y comprensiva. Constituye la base habitual de la experiencia humana; del paso del tiempo, de la percepción del espacio, del ocupar el medio que habitamos y de construir y habilitar las cosas u objetos con los cuales se arma nuestra vida” (7). Desde que el hombre se volvió sedentario hace ya muchos milenios, la ciudad ha sido el espacio vital donde habita el ser humano; ecosistema frágil que corre el peligro de deteriorarse o morir si es que no se le conserva y gestiona y cuyo contenido incluye los territorios rurales que la abastecen y le dan vida, siendo de esta forma un ser vivo que tiene una personalidad, contiene una imagen, una historia y unos significados que la hacen propia, convirtiéndose en muchos casos en la representación de la identidad y la cultura de un pueblo. Estos factores hacen que sea necesario su estudio permanente a fin de conocer los procesos y fenómenos que ocurren en su construcción, de tal forma que los profesionales involucrados podamos no solamente dar soluciones inmediatas para su constante sostén y desarrollo, si no que propongamos nuevas teorías urbanas que sean paradigmas y guías para su mejoramiento, elevando de esta forma la calidad de vida de sus habitantes.

Composición urbana como expresión artística.
Plano de París del artista Jazzberry Blue. Walk with Me
¿Esta es la ciudad que queremos?. Foto Omar Lucas


A partir de lo mencionado anteriormente podemos hacernos más preguntas al respecto, ¿Cuál es la ciudad que queremos?, ¿Es la del suburbio americano, con sus casas unifamiliares idénticas y producidas en serie? ¿Es la de los megaracasielos como Hong Kong o Dubai? ¿Es la ciudad compacta europea de escala intermedia con sus espacios vivos y sus grandes árboles?, esas son preguntas que cada persona responderá de acuerdo a la visión que tenga sobre la ciudad y el mundo en el que vive. No hay un modelo absoluto e ideal, existe en cambio, distintas formas y tipos según la realidad de cada lugar. Sin embargo, lo único que puedo decir es que nosotros, los seres humanos, como habitantes y ciudadanos de un planeta cada vez más “urbano”, debemos reflexionar sobre el valor que le daremos a la forma como proyectamos y desarrollamos nuestras áreas urbanas, - las mismas cuyos procesos de crecimiento están generando impactos negativos en el clima y la geografía del planeta -, para que las próximas generaciones que las habiten, puedan vivir satisfactoriamente y con óptimas condiciones de vida, y no estén condenadas a vivir en un mundo envenenado. 



Fuentes:
(1) Composición en: Salvat ed. Diccionario enciclopédico Salvat (Barcelona: Salvat editores, 1985), 968
(2) Educastur, “La composición en la obra de arte”, Gobierno del Principado de Asturias, Consejería de Educación y Ciencia,http://blog.educastur.es/dibujoartistico/files/2015/06/la-composicion.pdf (consultada el 6 de diciembre de 2016), 1
(3) Educastur, “La composición en la obra de arte”, 1, 3, 6
(4) Educastur, “La composición en la obra de arte”, 8
(5) Gustavo Munizaga, Tipos y elementos de la forma urbana, (Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile, 1993), 49
(6) Munizaga, Tipos y elementos de la forma urbana, 48 - 49
(7) Munizaga, Tipos y elementos de la forma urbana, 41

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