viernes, 2 de agosto de 2013

Lima ¿Ciudad Global?


Siguiendo con el tema de la influencia de la globalización en la ciudad contemporánea, vamos a ver están dando actualmente los impactos del mismo en la construcción de la imagen y la identidad urbana de Lima metropolitana como ciudad globalizada del siglo XXI.

En la actualidad,  la bonanza económica y social que estamos viviendo en el país, ha hecho que Lima se vaya posicionándose a nivel sudamericano como uno de las ciudades más importantes de Sudamérica, lugar de encuentro de grandes cumbres mundiales y sede de importantes festivales a nivel nacional e internacional (como el Mixtura y el Festival Latinoamericano de Cine de Lima). Esto ha generado que en los últimos años, los diferentes gobiernos locales hayan empezado a realizar planes que transformación y mejoramiento de las infraestructuras urbanas. Desde el gobierno central, por ejemplo, se han hecho esfuerzos para convertir a Lima - Callao en una segunda alternativa turística después del Cusco, explotando el tema cultural y gastronómico; conjuntamente con el desarrollo y mejora de las principales infraestructuras urbanas, como la ampliación del puerto del Callao y Aeropuerto Internacional, convirtiéndose estas en los hubs del transporte comercial y de pasajeros más importantes de la región; o la construcción y ampliación de la red de metro y la implementación de un centro de convenciones para eventos internacionales. Desde el gobierno municipal, hay una preocupación muy grande por la mejora del transporte público y la preservación del medio ambiente y el patrimonio edificado, especialmente de las arquitecturas y complejos prehispánicos, con campañas como Lima milenaria, que buscan rescatar la identidad de los limeños, y finalmente el diseño de la marca ciudad, que es uno de los objetivos importantes de la actual administración municipal, con miras no solamente de trasmitir al mundo las potencialidades y riquezas que ofrece Lima, sino que además trata de hacer de que esta se convierta en una ciudad top a nivel mundial.

Futura ampliación del Puerto del Callao. Desarrollo peruano
Futura ampliación del Aeropuerto Jorge Chavez. Skyscrapercity

Por otro lado, desde hace algunos años, han empezado a surgir los centros de negocios o CBS, a imagen y semejanza de las ciudades del primer mundo, muchos de los cuales se ubican en distritos como San Isidro, Miraflores o Surco; un ejemplo de esto es el caso del centro financiero de San Isidro, ubicado en el cruce de la Avenida Javier Prado, la Vía Expresa, Republica de Panamá y Canaval Moreyra. Esta centralidad surgió a finales de los 70 como un espacio de negocios alternativo al centro de Lima que fue consolidándose a mediados de la década del 90 como el principal centro financiero de la ciudad. En ella se encuentran los edificios más altos del país (Hotel Westin y edificio HBS, a los que llamo las “torres mellizas”), a este lugar se le conoce coloquialmente como el Sanhanttan, (o el Manhattan de San Isidro) cogiendo un término que también se usa para el centro financiero de Santiago de Chile (en este caso es el Manhattan de Santiago). La imagen corporativa de esta zona trasmite, al igual que en otros lugares, la prosperidad y la bonanza económica del país hacia el mundo y el posicionamiento de Lima como ciudad global; sin embargo, su crecimiento se da de manera desordenada, atomizada y sin ningún criterio urbanístico, de tal forma que cada corporación va construyendo edificios en la medida que existan terrenos o espacios disponibles, sin mencionar las cuestionadas modificaciones de algunos edificios construidos en la década del 80 (como el banco Continental) que cambiaron radicalmente su aspecto original para simplemente dar una nueva imagen corporativa, algo que en mi opinión atenta contra el diseño original del autor (imagínense modificar radicalmente el Empire State en Nueva York). Una situación curiosa y que a mi entender tiene mucho que ver con el tema del patrimonio es el caso del edificio “Residencial Limatambo”, ubicado en la esquina nor oeste entre la avenida Javier Prado y la Vía Expresa. Este edificio construido a principio de los años 50 por el arquitecto Enrique Soane Ros, es tal vez una de las pocas joyas de la arquitectura moderna en nuestra ciudad; conocido por el famoso anuncio de Coca Cola ubicado en su parte posterior, letrero que durante décadas fue un icono importante de Lima. Lamentablemente, este edificio va ha hacer demolido por otra edificación que en su momento probablemente llegue a ser también un icono, “La Torre Rímac”, un edifico de 200 metros de altura que aspira a ser el edificio más alto del país y símbolo del nuevo Perú pujante y emergente. Sin bien los criterios estratégicos para su ubicación primaron bastante en su concepción, no es irónico, contradictorio o extraño, ¿destruir un edificio icono de valor patrimonial para construir otro icono? ¿Habiendo terrenos disponibles a 5 cuadras a la redonda?, no estoy en contra de la construcción del rascacielos, al contrario me parece interesante que la ciudad pueda desarrollar esta clase de proyectos pero sin sacrificar edificaciones que ya han generado una identidad y son  representativos de un época pasada.

Vista del trebol de Javier Prado con el Edificio Limatambo
(en color amarillo a la izquierda). Skyscrapercity
La futura torre Rimac. ¿El nuevo icono de Lima?.
Desarrollo Urbano

Lima es una ciudad que a lo largo de su historia, se ha caracterizado por demoler lo existente para construir algo nuevo, aunque no necesariamente mejor, (recordemos la remodelación de la plaza de armas de Lima en los años 30 por Emilio Harth Terre, en la que se destruyó todo el perfil de los portales coloniales del siglo XVII para reconstruirlo con estilo un neocolonial mucho mas jerarquizado y renovado). Muchas edificaciones o espacios urbanos que han existido anteriormente han tenido poco tiempo de duración en su ciclo de vida, ¿Cuánto tiempo tendrá el Marriot o el Westin?, ¿tendremos que demoler también estos edificios en unos 50 años para seguir creciendo verticalmente, mostrando al mundo una imagen de ciudad Top sacrificando el poco legado patrimonial que nos queda?

El edificio HSBC y el Westin al fondo.
Skyscrapercity
Hotel Marriott de Lima. Skyscraperlife

La construcción de la imagen de ciudad global, en el caso de Lima es ya un hecho, sin embargo no es solamente construyendo el edificio más alto o la torre más bonita como vamos a ser una ciudad top, es también desarrollar políticas desde los gobiernos municipal y central para generar una ciudad que muestre al mundo un calidad de vida optima, solucionado los graves problemas que aun la afectan, como la pobreza urbana, la inseguridad ciudadana, la contaminación ambiental, el desorden en el transporte público, el crecimiento vertical desordenado, la corrupción urbanística, el deterioro de nuestros centros históricos, el fomento de enfermedades como el tifus o desnutrición infantil en los sectores menos favorecidos y la falta de equipamientos e infraestructuras adecuadas para desarrollar grande eventos internacionales (¿Cómo es posible que el Mixtura no tenga aun un local propio para poder funcionar?). Solamente así lograremos posicionarnos como una ciudad Premium que sea más amable al turista y más digna para vivir.

domingo, 14 de julio de 2013

Lima y sus Imaginarios Urbanos


Continuando con el tema la ciudad global, vamos a ver como los efectos de la globalización mundial han generado impactos en la construcción de las identidades urbanas en el caso de Lima metropolitana a lo largo de su historia.

Desde su fundación en 1535, la ciudad ha intentado construir su identidad a partir de los imaginarios urbanos occidentales que las distintas generaciones de limeños deseaban, coincidiendo muchas veces con épocas de bonanza o prosperidad económica. Sin embargo, estos procesos muchas veces no fueron completados, se interrumpieron o fueron mal interpretados por sus constructores, generándose una ciudad urbanísticamente fragmentada y desarticulada. Esto, sumando a la negación constante del pasado prehispánico de Lima, en la cual se consideraba que la historia de la misma empezaba con su fundación española, dándose una ruptura en la continuidad del proceso histórico y cultural de la metrópoli, algo que muchos arquitectos como Juan Gunther y Santiago Agurto han criticado, rescribiendo ambos la historia de la ciudad, incluyendo lo prehispánico como parte de nuestro proceso urbano a lo largo del tiempo. Una prueba de esta oposición, consiente o inconsciente, por el pasado precolombino, es la demolición hace unos días de una edificación del siglo III a.c. al norte de Lima, que pertenecía al conjunto monumental El Paraíso, complejo en U que tuvo las funciones de templo y fue uno de las primeras construcciones de su tipo en la costa central. La destrucción fue realizada por una inmobiliaria que pretendía ocupar espacios para edificar edificios de vivienda de manera ilegal. ¿Que mueve a la gente a destruir el patrimonio monumental de nuestra ciudad? Ignorancia, olvido, egoísmo, falta de identidad, o codicia de algunos ciudadanos, pueden ser las respuestas a esa pregunta.

Complejo el Paraíso. Google Earth

La construcción de las identidades en las culturas prehispánicas de Lima se fue gestando a través de los siglos y en la cual, tanto el contexto geográfico como la historia influyeron notablemente en el desarrollo de las mismas. Muchas de estas se formaron producto de las sucesivas migraciones y colonizaciones de pueblos que venían de otros lugares y que trajeron sus costumbres y ritos propios adaptándose al lugar, cada uno forjo una identidad propia con sus respectivas características culturales y sociales, cosa que se manifestó tanto en la arquitectura; con los templos en U del las etapas mas tempranas, los grandes complejos piramidales de Maranga y Pucllana, con el uso del adobito como material constructivo o los centros administrativos de organización ortogonal como Cajamarquilla, construidos a base de grandes adobones; como en la organización territorial, de tal forma que cada cultura organizó el territorio de manera diferente, aunque existió siempre un patrón en común, asociado a una o varias centralidades principales, generalmente un complejo ceremonial o administrativo ubicado en un punto estratégico del valle, y hacia los límites del cono de deyección del mismo, se ubicaron las diferentes poblaciones sobre las laderas de los cerros, sin ocupar el suelo agrícola e interconectados por un sistema de caminos hacia las principales centralidades, esto estaba acompañado de una red de canales que a través de los siglos fueron expandiendo la frontera agrícola, muchos de los cuales son usados hasta el día de hoy como sistema de regadío para parques o son desagües de la ciudad. Esta estructura urbana rural se fue ampliando y modificando a través de los siglos. Las culturas mas tardías como los Waris, los Ichma y posteriormente los Incas, usaban los templos de origen más temprano como cementerios. En algunos casos, se modificaron algunas estructuras más antiguas como el caso de Cajamarquilla o se desarrollaron ampliaciones como los casos de Maranga y Pachacamac.

Complejo de Pachacamac. Google Earth
Pachacamac. El Templo del Sol. Foto Enrique Cortes

Para la llegada de los españoles, la imagen paisajística de la cuenca de Lima era la de un valle frondoso como un oasis, rodeado de un sistema de montañas sin vegetación y grandes desiertos, parecido al los paisajes bíblicos de Egipto y Palestina o el norte del África, con elementos geográficos propios del lugar como el rio Rímac, conocido como el “hablador” y cerros sagrados como el San Cristóbal, los morros costeros y las islas del Callao. Con un sistema de estructuras piramidales de adobe o piedra que en muchos casos se mimetizaban con el paisaje. Es probable que los españoles asociaran este contexto al de medio oriente y estas pirámides a la de las mezquitas musulmanas (habría que hacer un estudio más profundo del porque los españoles nombraban así a las construcciones prehispánicas).


Las Montañas del Sinai. Wikipedia
El Aeropuerto Limatambo y el paisaje de Lima al fondo en 1943.
Cinabrio.over-blog.es

Urbanísticamente, la introducción de occidente en el territorio limeño se da con la fundación de la ciudad española sobre el centro administrativo ceremonial del cacique Taulishusco, implementándose el tejido en damero como primer plan urbanizador. Los españoles trajeron de Europa un modelo hibrido de ciudad renacentista y bastida franco – española, heredera de la ciudad colonial romana. Para la monarquía española, este prototipo formaba parte del imaginario urbano de la época a aplicarse en la tierras del nuevo mundo descubierto, espacio virgen para la construcción del proyecto de una sociedad nueva, inspirada en la utopía de Tomas Moro, ideal que estaba lejos de ser real. Sin embargo, los conquistadores que aplicaron a rajatabla este paradigma en el territorio limeño, siguiendo ordenanzas reales de 1526, tenían otra visión urbana completamente distinta, considerando que mucho de estos personajes venían del medio rural español y por ende su visión de ciudad era más relacionada a los pueblos rurales de las mesetas castellanas y extremeñas. De esta forma, la imagen urbana que se desarrollo en Lima en sus primeros 10 años de vida fue la mescla de la trama urbana en damero oficial con una imagen de pueblito español o andino. Era una parcelación semi rustica de lotes regulares de 2500 m2, con una vivienda pequeña de techos planos y diseño muy sencillo ubicado generalmente en las esquinas (puerta en medio y dos ventanales como fachada más un zaguán con dos habitaciones conjuntas) con un gran espacio agrícola dentro del lote para cultivos y arboles (imagínense una visión como la de Cieneguilla hoy en día mesclado con un pueblito de la sierra), con muros de tapial que rodeaban los grandes lotes y calles de tierra con acequias para el abastecimiento de agua, era una ciudad difusa y en proceso de consolidación. Las pocas iglesias que existían eran de diseño muy simple, probablemente con torres tipo espadaña muy característico de las iglesias rurales españolas de estilo románico (como la iglesia de San Lázaro en Arequipa). Por otro lado, el estilo de vida en Lima en esos primeros años era muy duro; las guerras civiles y las revueltas indígenas hacían que la ciudad estuviera en constante alerta y los pocos habitantes tenían que estar preparados para la lucha armada.


Ciudad romana. Colonia Ulpia Traiana.LVR
El damero fundacional de Lima. Lima 1K

Con la finalización de las guerras civiles y la consolidación del Virreinato Peruano, Lima empieza a cambiar de imagen. El objetivo del proyecto monárquico de Felipe II y sus sucesores de la dinastía Austriaca, era el de formar un imperio absolutista y Católico, una luz de cristiandad en todo el mundo conocido. Eso se vió reflejado en la imagen urbana de las ciudades coloniales, especialmente en Lima, donde la vida diaria giraba en torno a las actividades económicas agrícolas - comericiales y al ritual cristiano católico; el imaginario urbano de la sociedad limeña de entonces estaba asociado a la corte de Madrid, Sevilla y Roma, con sus grandes conventos e iglesias. Así, Lima pasó a llamarse la ciudad convento para el siglo XVII, por la enorme cantidad de estas edificaciones, que definían junto con las torres del las iglesias el perfil urbano de la época, los lotes semi rústicos del siglo anterior se subdividen y se densifican en grandes casonas con los típicos balcones andaluces, creando una imagen urbana parecida  a las ciudades musulmanas de Marruecos o las ciudades andaluzas. Las plazas eran espacios de mucho bullicio donde se daban todas las actividades de la ciudad (la plaza de armas era el mercado, lugar para corrida de toros, espacio para procesiones, autos de fe y fiestas populares). Se construye la Alameda de los Descalzos para el paseo de los ciudadanos a imitación de la Alameda de Hércules en Sevilla a inicios del siglo XVII. A diferencia de esta última, la versión peruana estaba rodeada de conventos y ubicada en los extramuros. Finalmente, la construcción de la muralla define una barrera muy fuerte entre la ciudad y el campo que limita el crecimiento de la Lima por los próximos siglos.

Manchita. Extremadura. España. Foto Enrique Cortes
Reconstruccion hipotetica de la Plaza de Armas de Lima hacia 1540. 
Se visualiza la primera Catedral al fondo. Dibujo Enrique Cortes

Esta imagen de ciudad empieza a cambiar con el advenimiento de la dinastía borbónica a principios del siglo XVIII. Según los estudios de Ramon Jofre e Isac Sáenz, las reformas urbanas de los borbones ordenaban los espacios públicos siguiendo los lineamientos del clasismo francés, trasladando los antiguos  usos y actividades que se daban en las plazas hacia otras espacios (el mercado y la inquisición pasan a desarrollarse a la actual plaza del congreso, las festividades de toros a la plaza de Acho ubicada en el Rímac), se construyen nuevos paseos como el de aguas y el de Piedra Liza o palacetes de estilo francés como el de la Perricholi, todos ubicados en el Rímac. Sin embargo, estos cambios no son tan radicales y el perfil urbano sigue siendo el mismo que el del siglo anterior, a pesar de los graves daños que causó el terremoto de 1746 en Lima.

La Pradera de San Isidro. Cuadro de Francisco de Goya 
sobre el Madrid del Siglo XVIII. Arte de Madrid
Acuarela de Lima a finales del siglo XVIII. Letras Históricas

Con el advenimiento de la Republica en el siglo XIX, la imagen urbana de la ciudad sigue siendo la misma, las clases dirigentes de la época estaban más preocupadas por las guerras civiles entre los caudillos militares que concibieron la independencia en 1821. Cuando los conflictos terminaron, hacia 1845, se inicia un proceso de relativa estabilidad política y social en el País, situación que mejoró económicamente con el llamado boom del guano. Esto hiso que empezara a surgir una nueva burguesía civil dedicada a la extracción de esa materia prima, en contraposición a las clases dirigentes políticas, que en su mayoría eran militares veteranos de la guerras civiles. A pesar de la crisis surgida tras el conflicto contra España, la nueva burguesía siguió consolidándose, aspirando a un modelo de vida cuya imagen era la de Inglaterra o Francia, las potencias occidentales dominantes en ese entonces. El imaginario urbano de la sociedad limeña de aquel entonces era la del Paris Haussmanniano como paradigma de orden, cultura y civilización, siguiendo las corrientes higienistas de la época. Así, empiezan a surgir los primeros equipamientos urbanos para un saneamiento y mejora de la vida urbana, como la redes de ferrocarriles suburbanos y sus respectivas estaciones, el nuevo edificio del Mercado Central, el Panóptico o Penitenciaria (actual centro cívico), el Hospital dos de Mayo y el Camal General. Por otro lado, se limpian las acequias, a fin de evitar los miasmas, que consistían en las emanaciones fétidas de suelos y aguas contaminadas que trasmitían enfermedades.

Los Campos Eliseos de Paris en 1900. Wikipedia
Avenida Alfonso Ugarte en los años 40. Del campe.net

El proyecto Republicano de la ciudad Neo barroca Limeña llega a su clímax con la llegada del general José Balta al poder, dando inicio a una de las mayores reformas urbanas en la historia de la ciudad, con la constitución del Plan Regulador de Lima de 1872 (el segundo después del plan fundacional de 1535), realizado por Luis Sada y Enrique Meiggs. Este proyecto fue inspirado tanto en las reformas Parisinas de Haussmann como del Plan de Ensanche de Barcelona realizado por Idelfonso Cerda. Este, constituyó un nuevo ordenamiento de la estructura urbana, por lo cual se derriban las antiguas murallas coloniales y se proyectaron grandes bulevares de circunvalación (Avenidas Grau y Alfonso Ugarte), con una plaza circular que conmemoraba las glorias de la guerra con España (plaza Dos de Mayo) que seguía el modelo parisino de la plaza de la estrella; un proyecto de ensanche (barrios de la victoria y breña) y un gran parque, a semejanza de los bosques parisinos e ingleses (Jardines de la exposición). Sin embargo, la implementación de este proyecto se realizó de manera parcial, ya que la guerra con chile truncó la culminación del mismo. La décadas siguientes posteriores a la guerra, se continuó con el desarrollo del plan pero de manera muy fragmentada, con muchos cambios en el desarrollo del mismo y con la apertura de nuevas vías y plazas que si bien continuaban con la influencia Parisina de Hausmman, no respetaron en parte el plan original de Luis Sada (como el surgimiento de la plaza Bolognesi, el Paseo Colon y La Avenida Nicolás de Piérola). La última intervención urbana que tubo influencia neo barroca francesa fue la plaza San Martin, construida en 1921 para conmemorar el primer centenario de la Independencia Peruana y que tuvo como probable inspiración la Plaza Vendome en Paris, con su diseño de espacio regular cortado por la mitad por una vía que la atraviesa.

Suburbio de Los Angeles en los años 20. The Card and the Elephant
El distrito de San Isidro a finales de los años 40. La Lima que se fue

Con el advenimiento de los Estados Unidos como potencia mundial, su influencia cultural y social empieza a ser trasmitida a todo el orbe, desplazando a la cultura inglesa y francesa dominante. Así, a partir de 1920, el dominio de esta nación en la cultura y la economía Peruana era evidente. La sociedad Limeña de la época, conformada por una nueva burguesía que se enriqueció de los minerales exportados a Europa durante la primera guerra mundial, tienen como imaginario ideal las ciudad americana de grandes rascacielos y suburbios tipo jardín con chalets de baja densidad, con el uso del automóvil como principal vehículo de desplazamiento urbano. De esta forma, la influencia del urbanismo californiano fue muy fuerte, teniendo a Los Ángeles como referente importante para las próximas décadas. De esta forma, la imagen urbana de Lima para finales de los años 40 era la de una enorme ciudad jardín con casitas de estilos neoclásicos y grandes jardines arbolados y pequeños parques urbanos, con un centro histórico que empieza a dejar su pasado colonial y republicano para convertirse en un espacio financiero de negocios y comercio con edificios a imitación del Manhattan Neoyorquino. Paralelamente a este proceso, también se dio las influencias de Le Corbusier y el movimiento Moderno en el urbanismo limeño, que se plasmó en el plan regulador de 1948, en donde se pretendía desarrollar un proyecto de edificios prisma para oficinas en el centro histórico a semejanza del plan Voisin de Paris, proyecto que nunca llego a realizarse.

La Autopista 110 y el Dowtown de Los Angeles al fondo. Flick
La Vía Expresa de Lima y el Centro Histórico al fondo. Skyscrapercity

Para los años 50 y 60, la imagen de ciudad americana se consolida en el perfil urbano Limeño. Surgen nuevos referentes como los de Miami que sirven de inspiración, por ejemplo para la construcción de multifamiliares en el borde costero de Miraflores; o el desarrollo de nuevas urbanizaciones jardín en las periferias urbanas (como Casuarinas en Surco, a imitación de Beverly Hills); La construcción de autopistas como la vía expresa teniendo como referente las Free Ways americanas (con la diferencia de que estas últimas eran del tipo viaducto y la vía expresa era un zanjón); y el surgimiento de San Isidro como centro de negocios durante los años 70 y 80, con sus torres  de oficinas. Esta construcción del imaginario urbano se da en paralelo al desarrollo tanto de conjuntos habitacionales para vivienda social inspirados en el urbanismo Moderno (como el caso de la Unidad Vecinal Nª3 o San Felipe), con sus bloques abiertos de edificios y las New Towns Inglesas (como las urbanizaciones Túpac Amaru y Próceres), como el desarrollo desde los años 30 de un nuevo patrón urbano de asentamiento que se termino consolidando en las ciudad en las próximas décadas, el de las barriadas o pueblos jóvenes, donde habitaban los migrantes que llegaban de las empobrecidas provincias a la capital en busca de oportunidades y que se ubicaban en la periferias de los cerros y zonas desérticas cercanas a Lima, generando un sistema asentamientos a la manera de un rosario que rodeaban a la ciudad burguesa. La gente de provincia trajo sus estilos urbanísticos y arquitectónicos desde los lugares de origen, introduciendo en muchos casos la típica plaza de armas y el damero español en los lugares topografía plana. En otros casos, los ciudadanos de estos barrios imitaban los estilos arquitectónicos de las clases pudientes, esto generó una imagen urbana muy ecléctica y variada donde predomina la arquitectura que muchos consideran como “chicha”, aunque este estilo podríamos definirlo más como una especie de posmodernismo andino en la búsqueda de una identidad arquitectónica.

La crisis social y economía del país en la década del 80, reflejada en el terrorismo y la inseguridad ciudadana, hace que la ciudad jardín, de inspiración nórdica y americana, se empiece a transformar en una ciudad cuartel, con la cercado de muros y rejas en los jardines y retiros de los chalets, para finalmente ocupar las calles, generando el cierre de muchas urbanizaciones como parte de un proceso de condomización; situación que se mantiene hasta el día hoy. Paralelamente, la liberación de la economía peruana en la década del 90, trae consigo el modelo de ciudad neo liberal posmoderna, con referentes de las metrópolis americanas contemporáneas y las ciudades del sudeste asiático y china; donde surgen por un lado fenómenos urbanos como el de la Avenida la Marina a semejanza de las Vegas, con sus casinos y luces de neón; o los paneles publicitarios gigantescos en las principales avenidas que contaminan el perfil urbano para satisfacer el consumismo de la gente; los grandes malls y tiendas por departamento que remplazan a las antiguas plazas; y finalmente, un boom inmobiliario que ha convertido la idílica ciudad jardín en un caótico continuo urbano de edificios multifamiliares; en donde la urbanización de baja densidad se transforma en barrios con edificios para vivienda, demoliendo muchos de los chalets originales. Este fenómeno es producto del gran centralismo que se ha dado en Lima, el gran déficit de vivienda para las clases emergentes y medias que van empezando a surgir, y la falta de espacio y terrenos que la ciudad necesita para seguir creciendo, lo que ha obligado a muchas inmobiliarias a ocupar y demoler antiguos solares donde el mercado del suelo es apetitoso por las condiciones geográficas y de accesibilidad para construir multifamiliares. Este fenómeno de crecimiento no responde a un plan urbano definido, tampoco a un modelo o imaginario urbano referencial, si no simplemente al instinto consumista de suelo por parte de las inmobiliarias que satisfacen tanto sus deseos de ganancia monetaria, como la de una demanda cada vez más grande de ciudadanos que optan por la vivienda propia. Esto ha traído como consecuencia la creación de una imagen urbana caótica con un perfil discontinuo y desordenado, donde escasean los espacios públicos, y en la que ha aumentado el parque automotor, con problemas en la distribución de Agua, Desagüe y contaminación acústica y visual; poniendo muchas veces en peligro tanto el patrimonio arqueológico prehispánico, colonial y republicano (como el ya conocido caso de las huacas) como el medio ambiente, construyendo en zonas de alto riesgo sísmico y ambiental, como los Cerros de Camacho en Santiago de Surco, o los acantilados de la Costa Verde en Barranco.

La Huaca Huallamarca y la Lima Posmoderna al fondo.
Skyscrapercity

La secuencia de imaginarios que de manera casi cinematográfica han construido el perfil urbano de Lima, influenciado en muchos casos por los modelos globalizadores occidentales y por las culturas locales, ha definido una ciudad ecléctica, híbrida, fragmentada y mestiza. Podemos ver así un pequeño París en el Paseo Colon y la Plaza de dos de mayo, un poco de Nueva York en la zona financiera del centro histórico, un pedazo de ciudad musulmana en Barrios Altos y algunas zonas del centro, un poco de Los Ángeles en el nuevo centro financiero de San Isidro y en barrios como Casuarinas y la Molina o semejanzas con Miami, Cannes o Niza en borde costero de Miraflores, o rincón de China en la calle Capón. A eso hay que agregar la gran cantidad de estructuras y ruinas prehispánicas que como islas están diseminados sobre una alfombra de edificios y casas, dándole un toque particular a la ciudad.

La otra cara de Lima. Manchay. Foto Enrique Cortes

Finalmente, están las barriadas y asentamientos humanos, con sus edificaciones coloridas, híbridas y eclécticas, llenas de avisos ubicados en sitios ya consolidados que determinan un perfil urbano muy peculiar; o la sabana de pequeñas cabañas de esteras y madera que se mimetizan con el desierto costero; sin agua, ni desagüe, ni luz; y en la que habitan los nuevos limeños, colonizadores que buscan un porvenir mejor.

domingo, 16 de junio de 2013

Ciudad Global e Identidades Locales

Durante muchos siglos, el desarrollo tecnológico e industrial de las principales potencias capitalistas de occidente (Estados Unidos y Europa Occidental), han contribuido a un acelerado proceso de globalización mundial con consecuencias positivas y negativas para el planeta. Teniendo estas gran influencia a lo largo de la historia en la formación, crecimiento y destrucción de muchos pueblos y naciones alrededor del mundo, sobre todo en los países que ahora son llamados emergentes, cuya riqueza social y cultural no son tan solidas como para trascender de manera masiva los espacios territoriales locales y más bien terminan siendo influenciados por las costumbres de los países altamente industrializados, generando  grandes problemas, conflictos y perdidas de identidad cultural. Un ejemplo de esto es se da en el dominio occidental en los patrones de vida de algunas tribus de la selva peruana que ven afectados su hábitat natural y estilos de vida tradicionales o la desaparición de ciertas lenguas nativas locales alrededor del mundo.

 Ciudad Global. Nueva York. Southern land Company 
En el caso de la arquitectura y el urbanismo, la trascendencia de la cultura occidental ha sido bastante marcada en la construcción de la ciudad en los países en vías de desarrollo desde el siglo XVI. Como mencione anteriormente en el artículo que escribí sobre los Conflictos en el Urbanismo Peruano (Composición Urbana, Noviembre 2012), la introducción de estas nuevas formas traídas de Europa e impuestas en una realidad geográfica, social y cultural completamente diferente, trajo consecuencias negativas no solo en la construcción segregada y conflictiva de nuestra sociedad urbana, si no que generó una organización fragmentaria y desordenada del territorio, así como el surgimiento de una falta de identidad por parte de muchos habitantes o grupos económicos que ignoran el cómo hacer ciudad en armonía y concordancia con el contexto geográfico y el patrimonio cultural, un ejemplo de esto es la destrucción de muchas edificaciones de origen prehispánico y colonial en el proceso de expansión urbana de las urbes peruanas. Curiosamente, en la búsqueda de llenar el vacío de identidad perdida, tanto las elites urbanas como los ciudadanos en general, han aspirado a tener o imitar modelos urbanos de los espacios de poder económico mundial. De esta forma, las ciudades latinoamericanas, africanas o del sudeste asiático, se constituían como pequeñas copias de Londres, Paris, Nueva York o Los Ángeles en su proceso de evolución urbana, generándose un desarrollo eclético, fragmentario y mestizo en constante construcción de una identidad; ecléctico por la inmensa cantidad de estilos y tendencias urbanas que son importados de fuera para la formación del organismo urbano; fragmentado porque muchas de estas tendencias, plasmadas en proyectos urbano arquitectónicos, no llegan a completarse y en algunos casos, terminan siendo espacios obsoletos y desintegrados al contexto urbano; y finalmente mestizo, porque a la larga, la combinación de estilos y tendencias termina formando un mestizaje urbano que determina la o las identidades del lugar. Este proceso se da en paralelo al los cambios de posición de los centros de poder económico y político del planeta y su influencia sobre las periferias del tercer mundo, con la consolidación de una economía cada vez mas capitalista y globalizada, la misma que se ve plasmada en la arquitectura y el urbanismo, desarrollándose una imagen de ciudad global y occidental.

Paris en Sudamerica. Buenos Aires. Turismo org
Durante siglos, cada generación urbana tuvo un imaginario urbano ideal para su ciudad según las tendencias y modas del momento. Si hace 150 años, el Paris de Hausmman era el paradigma para que nuestras ciudades sean un ejemplo de orden, belleza, cultura y éxito económico y social; en el mundo de hoy, las ciudades del primer mundo, con sus rascacielos corporativos, sus espacios de poder, sus grandes eventos deportivos y culturales y sus complejas redes de comunicaciones, son tal vez los modelos a seguir de muchas sociedades que viven en las metrópolis de los países emergentes; las ciudades compiten de manera desesperada por tener una marca, un símbolo, ser sedes de una cumbre u olimpiada. La idea de los CBD, conocidos como los complejos empresariales de grandes rascacielos que simbolizan el éxito del poder capitalista, es uno de los elementos más importantes de la ciudad global, el tener el edificio más alto o más bonito como símbolo o marca de una ciudad es algo que muchos grupos empresariales y de gestión urbana explotan para promocionar y mejorar su imagen. Si bien algunas ciudades en el mundo han logrado crear una identidad a partir de la edificación de esta imagen (como las torres de comunicaciones y los rascacielos tipo pagoda de Shanghái, las desaparecidas torres gemelas de Nueva York o el Burj Al Arab hotel de Dubai), muchos proyectos urbanos y arquitecturas terminan desarrollándose de manera repetitiva, sin un sentido del lugar, como parte de la creación divina de un arquitecto famoso o son simples copias de rascacielos neoyorkinos insertadas en otros contextos urbanos.

Pudong. Shanghai. Edsa 
Dubai. Mi Brujula
 
Por otro lado, la relación entre ciudad global, patrimonio urbano arquitectónico y medio ambiente, no ha estado alejada de conflictos y desavenencias. En la construcción de las metrópolis contemporáneas, muchos espacios urbanos arquitectónicos de valor histórico han sido destruidos, como los casos de muchas ciudades en Estados Unidos y América Latina en los años 40 y 50 o el caso del centro de Beijing en China durante los años 90, con la destrucción de los Hutong o quintas del siglo XIV o XV para construir bloques de vivienda y torres de oficinas. Estos procesos negativos generan la perdida de las identidades locales y la producción de espacios residuales o intersticios urbanos sin valores ni elementos simbólicos donde la memoria del lugar se ha perdido radicalmente, como los llamados no lugares o espacio de paso en los intercambios viales, estacionamientos públicos o corredores de integración nodal. Sin embargo, muchas ciudades han apostado por ir más allá de mostrar un modelo banal y superficial de éxito y poder, generado un desarrollo mucho mas integral y holístico, al tener como objetivo la búsqueda del bienestar general para todos sus habitantes, resultando ser urbes exitosas y proyectadas al mundo, como los casos conocidos de Barcelona o Medellín en Colombia, en que los proyectos de regeneración urbana tuvieron un impacto positivo en la articulación de los diferentes piezas urbanas, la disminución de la inseguridad ciudadana, el fortalecimiento de los sistemas ambientales y las identidades locales.

Centro de los Angeles hacia 1930. Skyscraperpage
Demolición del Centro de los Angeles
para la construccion de la CBD. 1972.
Skyscraperpage
En mi opinión, la idea de ciudad global  no es solamente la construcción de una mera imagen corporativa y formalista ligada o influenciada por un determinado poder político u económico, es también trasmitir al mundo un clima de éxito con bienestar social y seguridad ciudadana, con una solida identidad histórica y cultural, que respeta el medio ambiente y el patrimonio; lineamientos producidos por una buena gestión urbana en la que están implicados tanto los gobiernos locales, la empresa privada y las juntas de vecinos.

La Rambla de Barcelona. Foto Enrique Cortes

lunes, 27 de mayo de 2013

Trujillo del Perú


Para este mes, he querido salir temporalmente del frío y gris ambiente limeño para escribir acerca de un caso muy particular en el urbanismo peruano; se trata de una ciudad a la cual siempre visité de niño en las vacaciones de verano y me cautivo mucho por su arquitectura, sus grandes montañas, su deliciosa comida y su pasado prehispánico, es el caso de Trujillo del Perú. Una de las ciudades más curiosas e interesantes del país.

Vista Panoramica de Trujillo. Desarrollo Urbano 

Trujillo es tal vez la única ciudad en toda la nación que se desarrolló en base a un sistema radio concéntrico de anillos periféricos y avenidas radiales, muy parecida a la de muchas ciudades importantes de Europa. Si bien esta organización determinó gran parte del crecimiento urbano y su ordenamiento inicial, finalmente no llego a completarse en su totalidad,  generándose una expansión desordenada, esto debido probablemente a una serie de factores sociales, políticos o económicos que se dieron en su evolución. Esta forma urbana se concibió en su totalidad a partir del primer plan regulador que tubo la ciudad en 1943 realizado por el Arquitecto Carlos Macchiavello, que a su vez se conceptualizó a partir de la antigua ciudad colonial en forma elíptica, con el clásico trazado fundacional en damero.

Foto Aerea de Trujillo 2009. Google Earth
El Valle del Moche en el Siglo XV. Con la 
Futura ubicacion de Trujillo del Peru.
Dibujo Enrique Cortes 

Existen varias líneas de investigación que pueden determinar una serie de hipótesis sobre la definición de este modelo urbano para el caso de Trujillo. Una primera hipótesis puede estar relacionada con su posición geográfica. La ciudad se funda en 1534 en el centro mismo del valle bajo del Moche(1), retirado un poco del mar y lejos del cauce del río del mismo nombre, en un terreno de relieve relativamente plano, cuya posición estratégica central era fundamental para acceder a todos los puntos del valle, cerca a las diferentes acequias y canales de regadío que existían en ese entonces y próxima a un posible cruce de caminos que conectaban Chan Chan, principal complejo urbano construido por la cultura chimú entre los siglos  XIII y XV, con otros asentamientos prehispánicos ubicados hacia el este, y el camino de la costa que iba de norte a sur, reutilizado por los incas como el Capac Ñan o camino real. Algo bastante curioso fue que los españoles no fundaron Trujillo sobre las ruinas del antiguo Chan Chan, como sucedió con otras ciudades precolombinas como Cusco o Tenochtitlán (ciudad de México), si no que la ubicaron más al sur este, en un espacio vacío y con un origen ex novo.

Plano del Valle del Moche siglo XVIII. 
Historia Documental de Trujillo del Peru 
Catedral de Trujillo. Foto Enrique Cortes

Una segunda hipótesis tiene que ver con la estructuración de la ciudad colonial, si bien esta se creó con el tejido regular, fue la construcción de la muralla la que determinó su futura configuración. Esta, construida entre 1687 y 1689 por el arquitecto italiano Joseph Formento, se diseñó en forma elíptica alrededor del área urbana, siguiendo el modelo ideal de las ciudades renacentistas; hay que recordar que Trujillo fue después de Lima, Callao y Cartagena de Indias en Colombia, una de las pocas ciudades del Virreinato del Perú que tuvo que construir murallas, debido a su cercanía al mar, y por ende a los peligros que con ella traía, como los ataques de corsarios y piratas ingleses y holandeses a los puertos de las colonias españolas en América.

Plano de Trujillo del Peru a Finales del Siglo XVIII.
 Jaime Martínez de Compañón. Wikipedia
Maqueta de Trujillo del Peru a finales del siglo XVIII. 
Casa de la Emancipacion. Trujillo.
 Foto Enrique Cortes 

La forma regular del trazado fundacional fue establecido por los españoles siguiendo los lineamientos de las ordenanzas de 1526 dadas por Carlos I de España, inspirada por un lado en las bastidas francesas construidas durante la guerra de los 100 años como puntos de avanzada en el territorio francés y sus similares españolas levantadas durante la reconquista en la edad media; y por otro lado, de la idea de los castrum realizados por Roma en las nuevas ciudades fundadas para los soldados veteranos en los límites del imperio; estas a su vez tienen su influencia en la trama regular de algunas ciudades coloniales griegas y los campamentos militares romanos. Los españoles, al igual que los romanos y los franceses, fundaron este tipo de ciudades como puntos de avanzada, con resultados prácticos, facilidad de replanteo, distribución y defensa (2), en un proceso rápido de conquista y colonización. Los diseños regulares también son influenciados por los ideales renacentistas, que rescatan los conceptos culturales de Roma y Grecia por un lado, y la idea de sociedad perfecta descrita en la “Utopía” de Tomas Moro. Los españoles llevarían la ciudad regular como elemento civilizatorio europeo occidental al nuevo mundo descubierto, en la construcción de una “sociedad ideal”.

Muralla de Trujillo. Foto Enrique Cortes
Sforzinda. 1457. Wikipedia

El tema de la muralla es un caso interesante. Al tener Trujillo una forma urbana bastante definida y regular, asentada sobre un territorio plano y sin muchos accidentes geográficos, se erige esta de manera sencilla alrededor de la ciudad, encerrándola de manera elíptica, con un sistema de 15 baluartes, 15 cortinas y 5 portadas (3). La idea de este diseño surge también con el renacimiento, cuando se rescata las teorías urbanas de Vitrubio, en la que se establecía que la ciudad debía tener una muralla de forma octogonal que la rodeara y la defendiera tanto de los ocho vientos dominantes, como de los ataques militares; en cada uno de sus ángulos, se coloca una torre circular o de varios lados, debido a que si son cuadradas son fácilmente destruidas por las maquinas de guerra, ya que los arietes rompen fácilmente los ángulos(4). De esta forma, la ciudad renacentista queda constituida de manera circular frente a la ciudad regular de las bastidas francesas de los últimos siglos de la edad media; sin embargo, los textos de Vitrubio no hablan de la distribución interior de las calles, algo que fue aprovechado por los tratadistas del renacimiento para el desarrollo tanto de proyectos ideales como reales;  en algunos casos se plantea dentro de la planta poligonal un tejido en damero, o una estructura radial de calles que parten de las torres defensivas hacia una plaza central. Son conocidos los proyectos utópicos de Sforzinda realizado por Averlino el Filarete o el caso concreto de Palmanova construidos con fines militares en 1593 por Vincenzo Scamozzi. Este modelo defensivo se continuó desarrollando durante el barroco europeo en muchas ciudades francesas y fue probablemente la inspiración para la construcción de la muralla trujillana, aunque según el arquitecto José Correo Orbegoso, esta fue tomada de un diseño que hiso Leonardo de Vinci para la ciudad de Florencia; sin embargo, existen otros referentes de la época que pudieron servir de base a Joseph Formento para diseñarla.

Plano de Palmanova 1600. Italia. Wikipedia 
Plano de Neuf Brisach. Francia. Forocoches

La forma semicircular de la ciudad continuaría vigente por los siguientes 250 años. Para 1940, Trujillo se organizaba en una estructura radial que la relacionaba con los pueblos periféricos; el centro fundacional mantiene parte de su estructura elíptica y regular con algunos restos de la antigua muralla (cuya demolición se inicia a finales del siglo XIX). Hacia el este se da un crecimiento urbano expansivo e irregular, desarrollándose alrededor de los antiguos caminos que conectaban Trujillo con la sierra; a su vez, al norte y al sur, se da un proceso de urbanización incipiente, siguiendo siempre los ejes radiales de las carreteras que salían del centro urbano, dándose una configuración radial casi estrellada. La problemática urbana que existía en Trujillo por aquel entonces consistía en que el área urbana era el lugar de paso obligado de toda la mercadería de productos agrícolas que venían desde los valles vecinos, y que a su vez eran llevados a Lima para su consumo, generando conflictos y congestión en la zona céntrica.

Plano de Trujillo 1929. Gamio. Guia Intineraria del Peru 
Plan Regulador de Trujillo 1943. Revista el Arquitecto Peruano 1943

El Plan Regulador de 1943 diseñado por Macchiavello, aprovechó la forma original de la ciudad solucionando la problemática existente; organizó el territorio con el modelo de la ciudad radio céntrica europea, desarrollando una serie de anillos viales de circunvalación (que permite descongestionar el tráfico motorizado que entra y sale del centro a la periferia). De esta forma, se aprovechó el espacio dejado por la muralla colonial para la construcción del primer anillo vial conformado por la Av. España, que rodea el centro histórico; luego se planteo un segundo anillo de circunvalación que con ligeras variaciones constituyo años después la futura Av. América (cuyo lado nor oeste no llego a completarse).


PRT. Esquema de Vias de Circulacion.
Revista el Arquitecto Peruano 1943
Sistema de Ciudades Jardin.
Ebenezer Howards 1902. Architizer

Esta forma urbana ha tenido varios referentes europeos. Sin embargo, el modelo más reciente que motivó el diseño de este tipo de sistema seria la ciudad jardín inglesa, cuyas teorías fueron formuladas por Sir Ebenezer Howard a finales del siglo XIX. Este paradigma surge a raíz de los grandes problemas urbanos que existían en Londres y en muchas ciudades inglesas producto del sobre poblamiento y la tugurización de muchos barrios a raíz de la migración poblacional del campo a las ciudades durante la revolución industrial. La idea de Howard era descongestionar las principales urbes y crear nuevas áreas urbanas a su alrededor, interconectadas con un sistema de anillos de circunvalación ferroviaria y de caminos; cada una de estas nuevas ciudades jardín tenía sus propios servicios de comercio, equipamientos deportivos y de salud, así como grandes industrias que permitirían a los nuevos residentes trabajar en las mismas, sin trasladarse hasta la ciudad principal.

Foto Aerea de Trujillo 1961. Instituto Geografico Nacional

Esta idea de ciudad concéntrica y radial fue aplicada posteriormente en los planes urbanísticos de muchas ciudades europeas como Paris, Londres, Roma o Madrid, con la implantación de sistemas ferroviarios y autopistas de circunvalación, a fin de descongestionar las áreas centrales; Curiosamente este modelo de ciudad funciono muy bien en Europa, ya que muchas de estas metrópolis tenían desde su génesis urbana esta forma (especialmente las ciudades medievales radioconcéntricas y las renacentistas); en muchos casos, como Paris, se tuvo que demoler las murallas de Thiers (5) que rodeaban la ciudad para construir el boulevard Periférico, autopista de circunvalación construida en los años 60.

Vista Aerea de Trujillo 2012. Skyscrapercity

El plan regulador de 1943 aplica estos conceptos a Trujillo del Perú y fue la base para la organización y el crecimiento de la ciudad durante los siguientes 70 años, a tal punto que los siguientes planes reguladores respetaron de alguna forma la concepción original del mismo. Sin embargo, la ciudad rebalsó los límites estipulados por el primer plan, creciendo de manera desordenada, con un desarrollo urbano expansivo y fragmentado de viviendas de baja densidad,  ocupando grandes áreas agrícolas del valle y amenazando con invadir muchos de los sitios arqueológicos que rodean a la metrópoli. A pesar de todo, la estructura urbana de Trujillo sigue vigente y es uno de los pocos casos en el Perú de esta forma urbana tan particular.

Fuentes:
(1) El valle de Moche es una de los espacios más importantes y productivos de la costa norte peruana, conocido por ser el lugar de origen de muchas civilizaciones prehispánicas como los Moches y los Chimús.
(2) Chueca Goitia, Fernando. Breve Historia del Urbanismo.1968. Página 129.
(3) Castañeda, Juan. Notas para una Historia de la Ciudad de Trujillo del Perú en el Siglo XVII. Página 163.
(4) Chueca Goitia, Fernando. Breve Historia del Urbanismo.196. Página 111.
(5) La muralla de Thiers fue la última muralla construida en Paris en el siglo XIX, se edificó para defender a la ciudad de posibles invasiones extranjeras, aunque los detractores del proyecto decían que se construyo para evitar que el pueblo de Paris se levante en una posible rebelión.