Aprovechando el
calor y los días soleados de la actual temporada veraniega, muchos habitantes
de Lima así como algunos turistas extranjeros, visitan las playas de la ciudad y
el sur chico, lugares que por cierto tienen un potencial muy grande como
espacios de recreación publica y turística y cuyas autoridades no han sabido
explotar, esto debido a que carecen de servicios básicos y equipamientos,
sufren problemas de contaminación ambiental tanto en el mar como en la playa,
ruidos molestos, desorden en la ocupación y privatización de las áreas públicas
por parte de actividades comerciales legales e ilegales, condomizacion urbana
de muchas playas, altos cobros en los estacionamientos para los veraneantes,
entre otros problemas graves, lo que hace que ir a la playa en Lima,
especialmente los fines de semana, termine siendo un martirio.
Esta problemática
se da especialmente en la las playas de la Costa Verde, llamado así a todo el borde
litoral que va desde la Punta en el Callao hasta el Morro Solar en Chorrillos
conformando una bahía amplia y definida, con una particularidad especial y es que
entre la ciudad y la playa existe un acantilado de aproximadamente 20 metros de
altura que la bordea y delimita. De esta forma, Lima es la única capital que se
avista al océano sobre un barranco, elemento que define su identidad y perfil
urbano, convirtiéndola en un lugar único en el mundo.
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Aerofotografia de la Costa Verde. Google Earth |
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La Costa Verde desde Larcomar hacia Chorrillos. Foto Enrique Cortes |
Según el arquitecto
Juan Gunther Doering, el surgimiento de la Costa Verde se dio hace millones de
años, cuando una parte de la llanura aluvionica que conforma el cono de
deyección del rio Rímac, se partió y hundió en el mar producto de un gran
terremoto, formando un quiebre que es el actual acantilado, el mismo que se fue
moldeando con los siglos por acción de los vientos y la erosión, delineando la
bahía que hoy conocemos. En cuanto a las quebradas que bajan por sus laderas,
es muy probable que se hayan formado a partir de la caída de los chorros de
agua que salían de su interior (antiguamente gran parte de los suelos de
Miraflores, Barranco y Chorrillos tenían la napa freática muy alta); de esta manera,
la erosión y el agua subterránea hicieron colapsar el suelo del barranco a
través de los siglos.
La Costa Verde,
como espacio recreativo importante de la ciudad, tiene una serie de potencialidades
dignas de mencionar. Por un lado, es un gran balcón urbano con vista al océano
y a las islas del Callao, por lo que tiene un valor paisajístico muy grande que
es aprovechado por muchas personas que visitan los parques y malecones que
están en la cima del acantilado, generando actividades recreacionales y
deportivas importantes (como el parapente) a una escala más distrital y barrial;
esto también ha sido una oportunidad para construir grandes complejos
comerciales en la parte alta como Larcomar, con restaurantes, cafés, cines y
tiendas. Por otro lado, es una gran muralla natural que protegería la ciudad
ante un tsunami o una gran inundación, a diferencia de otros lugares más
vulnerables como el Callao o Villa en Chorrillos.
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Potencialidades de la Costa Verde. Dibujo Enrique Cortes |
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Parque Domodossola cerca a Larcomar. Foto Enrique Cortes |
A la vez que el
acantilado tiene grandes potencialidades, esta también produce una problemática,
es una barrera geográfica muy fuerte que limita la accesibilidad y corta la
relación entre la playa ubicada en la parte inferior y la ciudad, esta pudo ser
una de las razones por la cual Lima no se fundó inmediatamente cerca a la costa
y que durante los primeros 350 años la ciudad prácticamente le diera la espalda
al mar. A pesar de esto, durante la colonia surgen Miraflores y Chorrillos junto
a la Costa Verde como pueblos de pescadores y lugar de recreación para la
aristocracia criolla de Lima. No es hasta el siglo XIX que estos lugares se
consolidan como centros de veraneo para baños de sol y mar, junto con Barranco
y posteriormente Magdalena del Mar.
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Plano de la costa de Lima en 1744. A la derecha se ve la bahía de la Costa Verde. Colección Juan Gunther |
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Foto de la Costa Verde en los años 20. Cuando todavía las playas eran bastante estrechas. Foros Perú |
Hasta
aproximadamente los años 30 del siglo XX, el ancho de playa entre el mar y la
base del acantilado era estrecho, el mismo que tenía abundante vegetación
producto de la brisa marina y los chorros de aguas que caían de la parte
superior (de allí proviene
el nombre de Costa Verde), solamente existían playas en los conos de deyección
de las quebradas que bajaban al ocenao (Balta, Armendáriz, de baños y Agua
Dulce), las mismas que se usaron para construir paseos y baños públicos.
Durante los años 40 y 50 se fue ganando suelo al mar en la zona de Chorrillos y
Barranco usando rompe muelles, surgiendo así playas como Barranquito, los Yuyos
y Agua Dulce; pero no es hasta finales de la década del 60 en que se consolida
el borde costero tal como lo conocemos hoy en día, creando nuevas playas en la
zona de Miraflores y ampliando las existentes en la zona de Barranco y
Chorrillos, esto se debió a la utilización de los desmontes que se generaron a
partir de la construcción del vía expresa entre 1967 y 1969; ambas situaciones
dieron motivo a la creación del circuito de playas, vía vehicular que conectaba
toda la costa desde Chorrillos hasta San Isidro por debajo del Acantilado en la
zonas de playa ganada al mar; esto permitió por un lado generar una mayor accesibilidad
para las personas que iban en vehículo privado, pero ocasionó una nueva barrera
para las personas que iban a pie, a pesar de que la vía era usada también por
trasporte público (una línea de ENATRUS en los años 70 y 80 usaba esta ruta);
esta situación se agravó con el aumento del parque automotor en los últimos
años, convirtiendo prácticamente el circuito de playas en una autopista de circunvalación
que rodea la ciudad en su lado sur, generando por un lado tráfico,
contaminación ambiental y auditiva y por otro lado la disminución del ancho de
playa (como el caso de la polémica tercera vía, que dio pie a una protesta realizada
a fines del año pasado por parte de los deportistas que practican el surf,
grupos ecologistas y vecinos). De esta forma, existe una contradicción en las últimas
administraciones municipales con lo que se promete y se hace, como señala el
arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio “En campaña, (los candidatos al sillón
municipal en el 2010) ofrecieron una cosa y en la práctica se hiso otra. Se
ofreció la Costa Verde como el gran espacio público de Lima, con servicios,
áreas libres, cafeterías, etc. Pero esta gestión solo ha desarrollado el
aspecto vial de la Costa Verde. Nos se ha ganado un solo metro de playa al mar”,
señalo el especialista a El Comercio. (1)
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Circuito de Playas de la Costa Verde. Foto Enrique Cortes |
Otro problema es la
contaminación del mar, los principales colectores de la ciudad, el de la Chira
y el Magdalena (ubicado el primero al sur en Chorrillos y el segundo a la mitad
de la Costa Verde) botan todos los años los desechos de Lima al océano; esto se
agrava cuando las corrientes marinas arrastran los desperdicios hasta Barranco,
Miraflores o a la Punta en el Callao.
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Debilidades que tiene la Costa Verde.
Dibujo Enrique Cortes |
Una problemática
importante es también el impacto del boom inmobiliario en la parte alta del
acantilado, en donde muchos edificios en altura han sido construidos sin pensar
en el efecto que ocasionan al dar la espalda a la ciudad negando su relación
visual con el mar, fortaleciendo así la idea de barrera que tiene la Costa Verde.
Por otro lado, algunas edificaciones sobre todo en el sector de Barranco, han
ocupando y privatizando espacios destinados a parques y malecones,
obstaculizando la continuidad del sistema recreacional ubicado en la parte
superior del Acantilado, contribuyendo también al debilitamiento del suelo
generando deslizamientos (son ya conocidos los casos de accidentes ocurridos en
estos últimos años por la caída de piedras al circuito de playas).
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Edificaciones sobre el acantilado en Barranco. Foto Enrique Cortes |
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Infografia de las edificaciones construidas en el acantilado. El Comercio |
En la línea de
playa ubicada en la parte inferior, existe una falta de núcleos o espacios de
equipamientos comerciales y recreativos importantes que sean grandes atractores
urbanos, si bien existen algunos restaurantes importantes como la Costa Verde o
la Rosa Náutica, estos no son hitos bastantes fuertes. Otro cantar son los
comercios ubicados en las playas de Barranco, sin embargo, su ubicación ha
generado un gran polémica debido a las privatización que se han realizado en las
playas para su ocupación, ocasionando un obstáculo en la continuidad visual y
espacial. Si a esto le agregamos que el uso recreacional se dan solamente los
tres meses de verano (en los demás meses se realizan algunas actividades
deportivas en los pocos equipamientos que hay para este fin y la feria
gastronómica Mixtura en el mes de Septiembre), el uso de las playas termina
siendo nada óptimo y funcional durante todo el año.
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Vista del Circuitos de Playas y de los restaurantes que ocupan la playa. Foto Enrique Cortes |
Otro punto
importante es el tema de la gestión, la Costa Verde tiene una atomizada
administración en la que está comprometida la municipalidad de Lima, las seis municipalidades
distritales que dan a este espacio, y los gobiernos locales de la Región
Callao; si bien existe una Autoridad Autónoma que debería administrar y
ejecutar los planes integrales existentes, esta no tiene el liderazgo suficiente
para implementarlo, dejando que cada municipio desarrolle de manera separada
sus proyectos dentro del borde costero sin respetar en muchos casos el Plan Maestro
elaborado en 1995. Si consideramos además la falta de recursos que tiene los
municipios tanto el provincial como los distritales para gestionar un proyecto
integral, las situación se complica.
Si comparamos la
Costa Verde con otros bordes marinos y ribereños como Rio de Janeiro, Barcelona
o Guayaquil, vemos que en estos últimos hay una mayor permeabilidad e integración
entre la ciudad y el mar por obvias razones, todo está al mismo nivel. Además,
se dan actividades comerciales y usos mixtos en zonas puntuales de los
malecones y/o en el borde urbano inmediato a la playa (en el caso de Guayaquil
el comercio esta soterrado debajo del malecón y al nivel de la calle)
combinando vías vehiculares de carácter más local y peatonales. A diferencia de
la Costa Verde donde las características togograficas del mismo generan unas
condiciones potenciales y problemáticas espaciales, tal como hemos mencionado
anteriormente.
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Corte de la relación de la ciudad con el mar en el caso de la Costa Verde. Dibujo Enrique Cortes |
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Corte de la relación de la ciudad y el mar en el caso de Rio de Janiero o Barcelona. Dibujo Enrique Cortes |
¿Cómo desarrollar
un gran espacio público recreacional exitoso que funcione los 360 días del año
y cuyo planteamiento no ocasione un impacto negativo hacia sí mismo, la ciudad
y el mar?, en opinión de Erick Reyes, director de la Sociedad de Urbanistas del
Perú, señala que la clave de una buena gestión de la Costa Verde es encontrar
el equilibrio en el uso público y la inversión privada. También entre concebir este
espacio como recreacional y compatible con una vía rápida. “A esta fórmula se
debe apuntar. La inversión privada puede hacer espigones para ganar terreno al
mar sin que se pierda la playa, algo que no se ha hecho”, comentó. (2)
Por otro lado, José
García Calderón, coordinador del Plam Lima 2035, opina que la Costa Verde no
debe perder su vocación de espacio público metropolitano. Garantizando el libre
acceso a las playas todo el año. Por otro lado señala que la inversión privada
no debe mantenerse al margen de este esfuerzo. Ella es imprescindible en la
medida que permita generar los recursos necesarios para la ejecución de obras y
su mantenimiento. Concesiones bien ubicadas en los remates de vías como la
avenida Brasil, por ejemplo pueden garantizar la actividad y animación que la
inversión pública no ha conseguido generar hasta ahora. (3)
Un Estudio
elaborado en 2007 por la Autoridad del Proyecto Costa Verde y los arquitectos
Manuel Zubiate y Raul Flores de URVIA, proponían una nueva visión para el borde
costero definido en un Plan Urbano Estratégico, este consistía en convertir
todo el litoral en un gran espacio de usos recreacionales y mixtos como
Guayaquil, Rio de Janeiro y Viña del Mar, con una inversión de aproximadamente
US$ 500 millones bajo una asociación publico privada. Los componentes
principales del Plan eran la construcción de un gran malecón continuo con
restaurantes en la base del acantilado que generen una dinámica urbana intensa,
estos equipamientos abarcarían solamente el 18% de todo el borde del acantilado
en elevación, los mismos que financiaran el 100% de la gestión del proyecto,
(4) además se construirán, seis funiculares o teleféricos para generar la
permeabilidad entre la ciudad y la playa, (5) entre otros servicios importantes.
De esta forma se llevaría las actividades de la ciudad hacia abajo generando un
borde urbano vivo y dinámico, una propuesta que en mi opinión es equilibrada e
interesante, la misma que no llego a concretarse por discrepancias con la
visión que tenían las administraciones municipales de Luis Castellada Lossio y
Susana Villarán que apostaban más por un gran parque lineal sin actividades
comerciales con el fin de no alterar la intangibilidad de los acantilados y las
playas.
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Propuesta de la URVIA del 2007 para la nueva visión de la Costa Verde. URVIA |
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Propuesta del parque lineal desarrollada por el Arq. Ortiz de Zevallos y respaldada por la actual administración municipal. El Comercio |
Para finalizar, se
debería fortalecer el liderazgo de la Autoridad Autónoma de la Costa Verde en
la toma de decisiones, realizando alianzas y acuerdos con las municipalidades
implicadas, las mismas que tienen que tener la voluntad política para
desarrollar de manera completa un proyecto de regeneración urbana, involucrando
a varios actores importantes como los gobiernos locales, vecinos y empresarios
en la gestión del proyecto. En cuanto a las sugerencias de diseño, la idea de
los núcleos comerciales que generen atracción y vida urbana en la parte de
abajo no es mala idea en la medida de que estos no ocupen el espacio de playa y
se ubiquen en la base de los acantilados en lugares apropiados, preservando la
intangibilidad de los mismos, conectados a su vez con hitos y nodos importantes
en el borde superior (como Larcomar) por un sistema de funiculares, escaleras y
rampas, produciendose una integración fuerte entre la ciudad y la playa. Esto
se desarrollaría en paralelo con una línea de trasporte público que funcione
todo el año y que pase por el circuito de playas (puede ser una troncal del
metropolitano u otro tipo de movilidad) con paraderos debidamente señalizados y
ubicados adecuadamente, uniendo estos núcleos comerciales, ocasionando a su vez
una disminución del uso del auto privado; esto sin mencionar la construcción de
ciclo vías, dos grandes malecones (uno en la parte superior del acantilado y
otro abajo) continuos e integrados desde Chorrillos hasta la Punta, con
servicios y equipamientos adecuados en todo el borde costero, que estén bien
iluminados y con seguridad permanente las 24 horas del día; continuando además con
el enmallado de los acantilados a fin de que no se den más deslizamientos de
tierra y la descontaminación de las playas, ya sea ampliando los colectores mar
adentro o conectándolos con plantas de tratamiento de aguas hervidas, (como el
caso de la planta de tratamiento de agua de Taboada).
Actualmente se está
haciendo un nuevo Plan Maestro con miras al 2035, esperamos que este se ejecute
lo más pronto posible en los próximos años, sin embargo, esto dependerá mucho
de la voluntad política de las administraciones municipales involucradas para
hacer realidad el sueño de convertir la Costa Verde en un gran borde recreacional
y dinámico, pensando en el acantilado no como una dificultad ni en una barrera,
si no como una oportunidad, explotando su potencial hacia la generación de una
constante permeabilidad visual y espacial entre la ciudad y el mar, evitando
que se convierta en una gran autopista urbana que produsca un espacio fragmentado, discontinuo y altamente
contaminado.
Fuentes:
(1) Acosta Gonzales, Martin. “Costa Verde está Lejos de
ser el Espacio Público Integral que Lima Requiere”. Artículo publicado en el
diario el Comercio el sábado 27 de diciembre del 2014.
(2) Ibid
(3) Ibid
(4) Zubiate, Manuel. “Costa Verde de Lima”. Articulo
publicado en el Blog de Manuel Zubiate el martes 5 de octubre del 2010
(5) Zubiate, Manuel. “Costa Verde, Resumen Ejecutivo”.
Artículo publicado en el Blog de Manuel Zubiate el jueves 3 de febrero del 2011
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