He querido tocar este mes un tema interesante y a la vez polémico, que tiene que ver con el arte urbano y su relación con la ciudad, aprovechando la actual situación política entorno a la destrucción de los murales que existían en el centro histórico de Lima hace algunas semanas.
Cuando hablamos de
arte urbano en general, desde mi punto de vista, es toda aquella manifestación
artística que se da en los espacios públicos, ya sea de pintura, escultura,
teatro (mimo, recitales), conciertos de música, o instalaciones como las representaciones
fotográficas de Spencer Tunick por ejemplo, que utiliza el entorno urbano como
escenografía para representar sus desnudos masivos. Sin embargo, este se asocia
específicamente al uso del Grafiti y el mural, también conocido Street Art o
arte callejero.
En el caso del
Grafiti, es la combinación artística de textos abstractos y algunas representaciones
figurativas pintadas en paredes con el fin de llamar la atención de los
peatones, la misma que es considerada como una expresión gráfica subterránea e ilegal,
ya que por un lado es una forma de manifestar una frustración o insatisfacción
hacia el sistema imperante (gobierno, economía, etc.) por parte de algunos
sectores de la sociedad urbana, y por otro, muestra también la cultura y la
visión del mundo que tienen estos grupos.
El grafiti no es un
fenómeno artístico solamente de nuestra sociedad contemporánea, se sabe que en
la antigua Roma, ya existan en muchas paredes y casas, este tipo de dibujos, generalmente
con un contenido político lleno de humor y erotismo. Sin embargo, esta forma
pictórica tiene bastante impulso en los Estados Unidos a inicios de los años 60
por parte de las comunidades de origen africano y latinoamericano que protestaban
contra el racismo y luchaban a favor de la igualdad social, especialmente en ciudades
como Filadelfia y Nueva York. Posteriormente, en la década del 70 y 80, pandillas
y grupos de jóvenes usaron el grafiti como una forma de agresión urbana e
inconformismo social, son muy conocidos el caso de las pintas que aparecieron
en los trenes del metro de Nueva York por citar un ejemplo.
Foto en un Mural de Pompeya. Ana Vasquez Hoyos |
Grafitis en un Tren del Metro de Nueva York. Foto Erik Calonius |
El mural urbano en cambio, es una representación pictórica figurativa o abstracta de cualquier tema dibujado en un muro o la fachada de alguna edificación; en muchos casos, los temas pueden ser variados, reflexivos, metafóricos y hasta subversivos, como la lucha social o la crítica política; otras reflejan en cambio, la identidad o la cultura de un lugar, la ecología o la visión que tiene el propio artista sobre la sociedad en general. Los murales son dibujados generalmente en diferentes técnicas usando posters, plantillas y pegatinas, pintados generalmente con aerosoles. Tiene un origen más reciente, a diferencia del Grafiti.
En muchas ciudades
del mundo se dan manifestaciones artísticas de este tipo, en el caso de Londres
por ejemplo, vemos algunos lugares como East End, antiguo barrio industrial que
se convirtió con el tiempo en el espacio urbano representativo del arte callejero
y la bohemia local. En ella se ven muestras de Bansky y Probs, conocidos
artistas del Street art londinense. Otro caso interesante es el de Madrid por
ejemplo, donde en lugares como la Latina, existen expresiones de arte urbano
bastantes curiosos, como la pared lateral de un edificio que ha sido pintado continuando
la fachada del mismo con una calle en perspectiva, dando una sensación espacial
muy interesante al sitio. De esta forma, los efectos del arte urbano en el
espacio público y en las personas pueden ser diversos y a la vez intensos desde
el punto de vista perceptual y del significado; se pueden generar sensaciones como
amplitud, saturación, estreches, el recuerdo de algo que pasó en el sitio y que
puede estar asociado a la memoria colectiva, la identidad de la misma, etc.
Arte Urbano en East End. Londres. Notas de Algun Lugar |
Mural en la Plaza de los Carros. Madrid. Foto Metro Centro |
En el caso de Lima,
la manifestación del Grafiti y el mural se da en época muy reciente. No existen
muchas fuentes bibliográficas que hablen sobre la historia del arte urbano en
nuestro país, se sabe que desde finales de los 90 se dio una tendencia muy
fuerte de muestras pictóricas en zonas como el centro de Lima, Barranco y
Miraflores. En el caso del Centro histórico, los lugares donde se dio este
fenómeno fueron el jirón Quilca y alrededores, en la cual un grupo de
grafiteros y artistas plásticos empezaron a realizar murales en la cuadra donde
se encontraba el bar Averno, con motivos ligados a la cultura peruana o la situación
política de la época. Otros sitios importantes fueron el Jirón Lampa y la zona
cercana al Centro Cívico y el Palacio de Justicia; en la que aparecieron murales
con temas relacionados a la cultura limeña (como las tapadas), la música
criolla y una variedad de temas asociados a lo andino y lo amazónico, algunos inclusive
tan polémicos como el mural en el que aparece supuestamente el líder terrorista Abimael
Guzmán. (1)
En el caso de Barranco,
el arte urbano surge sobre todo en la zona del barrio San Francisco,
especialmente en la calle Cajamarca, donde existe una diversidad de murales
relacionados con el mar, la ecología o la cultura popular; su concentración en
este lugar es digna de una investigación. Otro espacio importante se da a lo
largo de las calles 28 de julio y Corpancho, en la que hay una serie de paredes
dibujadas donde se toca de nuevo el tema marino, incluyendo además otras
graficas que muestran la cultura mestiza y la identidad del distrito. Parte de
esta muestra ha sido hecha por conocidos artistas como Jimbo, Nemo (Santiago Sáenz)
y Roberto Peremese que forman el colectivo Los Salvajes.
Mural en la calle Cajamarca. Barranco. Foto Enrique Cortes |
Mural en la calle 28 de Julio. Foto Keegan Hamilton |
En gran parte de
los casos, estos murales suelen ser arte abstracto o expresionista con una carga
conceptual muy grande. Existen también muestras figurativas, como el que se da
en Miraflores, donde encontramos un mural en la cuadra 2 de Benavides esquina
con calle Porta, en la que visualiza a un hombre de los andes con una llama y
un pez, cuyo título es “Popurrí Latino”.
La tendencia del
mural urbano como fenómeno cultural se ha dado de manera muy fuerte en estos
lugares, ¿a qué se debe esto? Probablemente a que son sitios con una carga
histórica y cultural muy fuerte ligados a la identidad limeña, el criollismo,
la música y la bohemia. El grafiti, en cambio, se ha desarrollado no solamente
en estos espacios, sino también en otras áreas de Lima de manera más
diversificada, se les ve en Lima Sur y Norte, en el Callao, en las columnas del
Metro, y en zonas periféricas y más aisladas.
A partir de lo
mencionado anteriormente, pienso que el arte urbano, en especial el grafiti y
los murales, generan una percepción distinta y dinámicas muy especiales para
los peatones que utilizan los espacios públicos, los mismos que son
visualizados de otra forma, valorando mas estos lugares como grandes museos al
aire libre, fortaleciendo de esta forma la identidad y la diversidad de los
mismos, generando a su vez un ambiente recreativo muy simpático. Respecto a la
decisión del actual alcalde de Lima de borrar los murales en el centro
histórico, en mi opinión me pareció una acción precipitada y poco atinada, a
diferencia del mural donde aparece Abimael Guzmán, los demás debieron ser
preservados, o a al menos se debió consultar primero con el ministerio de
cultura (a partir de las últimas declaraciones de la ministra del sector,
podemos ver la posición que tiene ella respecto al tema) y la propia Unesco, para
determinar si realmente eran pinturas que iban contra la imagen tradicional del
centro histórico de Lima, algo que en lo personal no generaba un impacto
negativo en lugar, ya que estos fueron dibujados en gran parte de los casos
sobre muros ciegos o paredes vacías, muchos de estos inclusive estaban fuera
del damero fundacional, en un área más periférica.
Para finalizar,
considero que la variedad de temas mostrados en los murales intervenidos representa
la diversidad cultural y étnica del país como parte de nuestra identidad
nacional, expresado justo en un lugar que es el centro de la capitalidad
nacional, espacio que debe ser inclusivo, integrando de tal forma la cultura
limeña tradicional con la variedad expresiva del arte peruano popular como una
manera de acercar Lima al resto de Perú.
Fuentes:
(1) Los murales del Jirón Lampa y alrededores aparecieron a partir del
2011, durante la gestión de la alcaldesa Susana Villarán, cuya administración
fomentó esta manifestación artística.
Me gusta tu blog. ´
ResponderEliminarUn buen equilibrio entre la nota académica y la difusión cultural.
Ojalá incluyeras más temas de provincia.
Gracias Lusma por tu comentario y por tus consejos.
ResponderEliminar