Soc. Antonio Rengifo Balarezo
Nuestra ciudad capital es ideal para la conducción de bicicleta: el valle del Rimac tiene gradiente suave y clima benigno. Además, en el mercado limeño se hallan bicicletas accesibles a todas las clases sociales. Las bicicletas antiguas, “de segunda mano”, son baratas y eternas. Sin embargo no se usa masivamente la bicicleta.
Así como sabemos que el transporte motorizado genera el 80% de la contaminación ambiental y que es una de las principales fuentes de estrés: también sabemos, que la utilización de la bicicleta como medio de locomoción es una cuestión de salud pública preventiva. Sin embargo, no se usa masivamente. Se prefiere gastar en pasaje y recluirse en esas cámaras móviles de tortura llamadas “combis.
Se usa masivamente la bicicleta en países mayormente pobres de Asia y en
En las principales ciudades de nuestro país no existe un registro de bicicletas ni licencia para conducir. Aunque el Reglamento de tránsito toca tangencialmente al ciclista, éste es invisible para el policía. El Reglamento Nacional de Construcciones y Edificaciones tampoco lo toma en cuenta. Los ciclistas son los discapacitados no amparados por
Las pocas
ciclovías están descuidadas y en los lugares y horas de congestión son
utilizadas por los motociclistas. Sin
embargo, la ciclo vía que parte del
monumento a Jorge Chávez y sigue por toda la avenida Salaverry hasta el mar no
es peligrosa y su arboleda es refrescante.
Se puede argüir
que el caos urbano y las “combis asesinas” atentan contra la integridad física
y la vida de los ciclistas. Pero,
conduciendo una bicicleta con ingenio y cierta prudencia, se encuentran vías
alternativas a las más congestionadas y peligrosas; además se descubren atajos
en la ruta.
Quienes usan en Lima mayormente bicicleta son repartidores de balones de gas, de periódicos, mensajeros, jardineros, albañiles, gasfiteros, etc. Es decir, personas de categorías ocupacionales de menor prestigio. Con el “agravante” de que son cholos los que ejercen esos oficios. Si un arquitecto fuera a la universidad, al Colegio de Arquitectos o a visitar en bicicleta se le tomaría como pintoresco, exhibicionista, excéntrico o lunático. Hay algo en él que no es consistente. Ello quiere decir, que la bicicleta como la marca de un auto es símbolo de posición social.
En suma, para que en Lima se use masivamente la bicicleta, lo prioritario es superar el prejuicio social. Que, por lo demás, sería una de las maneras inmediatas de ejercer la libertad.
Antonio Rengifo Balarezo es Sociólogo por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, escritor e investigador, a publicado diferentes libros y artículos
sobre diferentes temas, tanto de la actualidad peruana como de nuestro pasado reciente, ha sido
docente en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, en la Universidad San
Martín de Porres y en otros centros académicos.
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