sábado, 28 de noviembre de 2015

La “Línea del Cielo” en Lima


Este mes he querido tocar un tema distinto, mucho más actual pero no carente de historia, y que se complementa con lo publicado en artículos anteriores sobre la ciudad global (ver Lima y sus Imaginarios Urbanos y Lima Ciudad Global, de julio y agosto del 2013 respectivamente), relacionado con la formación del panorama urbano de Lima, línea del cielo o como se le dice en Ingles el “Skyline”, uno de los elementos constructores de la identidad y la imagen urbana de una ciudad.

En su blog Mi Diario Urbano, el urbanista mexicano José Manuel Landin, cita al arquitecto Wayne Attoe, que escribió el libro “Skyline: Understanding and Molding Urban Silhouettes” (1981), para explicar el origen del concepto; según Attoe, el Skyline no es un fenómeno reciente ya que la concepción surge a mediados del siglo XIX cuando el termino apareciera en la población, tanto en áreas rurales y urbanas, como sinónimo de horizonte y en algunos periódicos, como un fenómeno visual donde se encontraba la tierra y el cielo. No fue sino hasta principios del siglo XX cuando la palabra Skyline se desligó de una relación tierra – cielo, para convertirse en una relación entre edificios (medio físico) y el cielo (medio natural). (1), generándose así un contraste muy fuerte entre estos dos elementos del paisaje.

Landin, rescata tres apartados importantes del libro de Attoe que definen el Skyline de una ciudad; los símbolos colectivos, el indicador social y el aspecto funcional (2). El primero, se refiere a como la construcción del horizonte urbano responde a la visión colectiva de una sociedad urbana en la definición de una identidad en un momento coyuntural de la historia de la ciudad, relacionándolo probablemente a una búsqueda por parte de los ciudadanos de un imaginario utópico e ideal.

Gráficos de Wayne Attoe sobre el 
Skyline en diferentes etapas de evolución de la ciudad.
Mi Diario Urbano

El segundo aspecto, muy relacionado con el primero, explica que el Skyline puede representar valores de una comunidad o de la misma sociedad donde se emplaza, destacando la altura, la forma y ubicación de los edificios, los usos de suelos, las actividades principales o lo que es común, la jerarquía de poderes económicos, políticos y sociales (3). Un ejemplo de esto lo vemos en la ciudad medieval de San Gimignano, ubicado en la región de la Toscana, Italia. Las familias patricias que gobernaban la ciudad construyeron 72 casas – torres de hasta 50 metros de altura, quedando actualmente solamente 14 de estos monumentos (4). Estas familias competían entre sí para construir la torre más alta de su palacio, tratando de demostrar el poder político y económico de las mismas, y por ende la prosperidad de la ciudad.

Panorama urbano de San Gimignano. Italia. Tour por Italia

Finalmente el tercer aspecto está relacionado a la función utilitaria del skyline para ubicar edificaciones importantes, orientando rápidamente a las personas dentro de un espacio urbano. Tanto K. Lynch (1984) como I. Bentley (1999), asocian este aspecto al concepto de legibilidad de los edificios importantes que pueden ser identificables rápidamente por las personas y que forman parte de la imagen urbana. Un caso ampliamente conocido es la cúpula de San Pedro en Roma, que no solo es un elemento orientador dentro del perfil urbano de la ciudad, sino que es tambien un hito lleno de significado y simbolismo dentro de la identidad de la urbe. Además, rompe con esa horizontalidad casi absoluta que tiene Roma en su perfil urbano.

Foto de San Pedro de Roma desde el monte Palatino.
Foto Enrique Cortes

Así como la trama urbana y los llenos de las edificaciones definen la morfología de una ciudad en planta y desde una vista directa a 90°, el Skyline determina también la forma de la misma a manera de corte o elevación, identificando rápidamente el patrón de crecimiento, ya sea compacto o disperso, las diferentes centralidades, las formas arquitectónicas de los edificios más importantes, su simbolismo y significado.

Skyline de las principales ciudades del mundo.
Flight965

A diferencia de muchas ciudades de Europa y Norteamérica como Paris, Londres, Nueva York o Los Ángeles, incluso comparado con otras urbes de Latinoamérica, Lima no ha tenido un panorama urbano bastante destacable e identificable dentro del contexto regional y mundial; su crecimiento horizontal a lo largo de los siglos y una arquitectura de edificios con alturas relativamente bajas (en promedio de 50 hasta 90 metros de altura) esparcidas de maneras aisladas o formando grupos relativamente compactos aunque nada uniformes, han conformado un perfil urbano de “peine roto”, discontinuo y sin ninguna identidad, sobre todo en zonas como el centro de Lima, San Isidro o Miraflores, percibidos visualmente desde elementos naturales como la Costa Verde, el Morro Solar o el cerro San Cristóbal, conformando así el Skyline limeño actual. Esta situación se da debido a diversos factores, entre los cuales el más importante es el miedo a los terremotos, considerando que Lima se encuentra en una zona altamente sísmica, lo que ha ocasionado que se den normas de edificaciones bastante rígidas y exigentes en términos de alturas de edificación, junto a inversiones urbanas de escala más bien limitada (5) y una mínima o casi nula aplicación de sistemas constructivos y estructurales más especializados e industrializados tanto para soportar sismos de gran magnitud como para desarrollar edificios de grandes alturas, como cimentaciones especiales y estructuras de acero.

Vista del panorama urbano de Lima.
Foto Victor Jose Ramirez Cordero en Flickr
Otra vista del Skyline de Lima. Desarrollo Peruano

Haciendo un poco de historia, el panorama urbano de Lima se empezó a formar durante el periodo colonial, hacia finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, cuando las torres de las principales iglesias de la ciudad empezaban a asomarse por los cielos. Si aplicamos la teoría de Attoe, se construyó una imagen desde el simbolismo colectivo y el indicador social de una ciudad con un misticismo y una fe religiosa muy grande, en donde la iglesia tenía un poder bastante sólido y con mucha influencia en la población. Se podían distinguir claramente las torres de la Catedral, San Francisco, Santo Domingo y San Pedro, como las iglesias principales, imagen que podemos ver tanto en los dos planos antiguos de Lima de Pedro de Nolasco graficados en 1685 y en las pinturas y grabados de principios del siglo XIX, donde se pueden observar varias vistas de la ciudad desde la ribera del rio Rímac y el cerro San Cristóbal.

Plano de Lima de Pedro de Nolasco de 1685,
en ella se pueden apreciar las principales torres de las iglesias limeñas.
Blog de Anthony Valverde Victorio
Panorama Urbano de Lima a principios del siglo XIX.
Lima en la Historia

El Panorama urbano de la colonia permaneció casi inalterable a lo largo del periodo republicano, cuando a principios de los años 20 del siglo pasado, durante el oncenio del presidente Augusto Leguía, se da un boom económico bastante fuerte con la exportación de diferentes materias primas a los países de Europa tras la primera guerra mundial, esto permitió el surgimiento de muchos grupos económicos importantes en el país, que empiezan a construir una serie de edificios para sus oficinas, muchas de las cuales eran entidades bancarias (como el banco Italiano, actual banco de Crédito), ubicándose estas en el centro de la ciudad, sobrepasando la altura de las antiguas casonas coloniales y republicanas, con alturas que estaban entre los 5 a 8 pisos, compitiendo así con las torres de las antiguas iglesias del siglo XVII. De esta forma, la imagen del centro empieza a cambiar con arquitecturas entre neobarrocos y art deco, construyéndose una imagen urbana muy parecida a la de Paris o Manhattan. El primero de estos “rascacielos” fue el edificio Wiese, inaugurado en 1922, de 6 pisos y de estilo neoclásico (6). Paralelamente, se construyeron una serie de edificios alrededor de la Plaza San Martin, inaugurada en 1921, cuyo proceso de edificación se dio en tres etapas: la primera correspondió al Hotel Bolívar (ampliado a 5 pisos en 1938); en la segunda se hicieron los portales de Zela y Belén y el Club Nacional; y en la tercera, los edificios del lado oriental de la plaza (entre aproximadamente 1935 y 1945) y el de la esquina con la calle Boza (hacia 1940-1941) (7), de los cuales podemos destacar los edificios Sudamérica y Boza respectivamente.

Edificio Wiese.
Blog de Juan Luis Orrego Penagos
Los edificios Boza y Sudamerica.
Antigua Plaza San Martín de Lima - Perú

No fue sino hasta mediados de la década del 50 cuando el perfil urbano del centro de Lima cambia radicalmente con la construcción del edificio del ministerio de Educación en 1956, frente al parque Universitario, obra del arquitecto Enrique Seoane Ros y de estilo moderno, con sus 86 metros de altura, llego a ser el edificio más alto del Perú por más de una década. Esta torre junto con el edificio la Colmena de 84 m de alto, construido en 1959 y el Hotel Crillon, inaugurado en 1960 con 20 pisos de altura, ubicados en los ejes de la avenidas la Colmena y Tacna, configuraron el Skyline del centro de Lima durante toda la década del 60.

Vista aérea del centro de Lima en 1943.
Foto SAN en antigua tienda Oechsle
Edificio del Ministerio de Educación. Inaugurado en 1956.
Blog de Juan Luis Orrego Penagos

A principios de los años 70, la construcción del Centro Cívico, complejo que albergaba una serie de edificios estatales y que incluya una torre de 102 metros de altura, con 34 pisos (33 desde el nivel de la calle), le arrebató el liderazgo al viejo ministerio de Educación (8). El complejo se construyó a partir de un concurso arquitectónico cuyo equipo ganador lo constituía los arquitectos Adolfo Córdova, Jacques Crousse, Jose Garcia Bryce y Miguel Llona (9). Esta torre, junto con el edificio del Hotel Sheraton inaugurado en 1973 y ubicado al costado del mismo, definieron una nueva visión del panorama urbano del centro; así mismo, fue el edificio más alto de Lima hasta el año 2011 en que se inauguró el Hotel Westin. Por otro lado, el surgimiento de nuevas centralidades comerciales y financieras hacia el sur de la ciudad, como Miraflores y San Isidro, determinaron la aparición de nuevos edificios en altura, tanto para vivienda como para oficinas y hoteles, como el Cesar Hotel en Miraflores (hoy “Casa Andina”, en el cruce de la Paz y Diez Canseco), con 18 pisos, inaugurado en 1976 y diseñado por Enrique Soane y Ricardo Malachowski (10); o el Edificio de PetroPeru, inaugurado en 1973, que con sus 82 metros de altura (11), seria de las primeras torres del centro financiero de San Isidro.

Conjunto del Centro Cívico de Lima y el Hotel Sheraton.
Foto de Jose Barandearan en Panoramico

Desde la década del 50 hasta mediado de los años 70, la arquitectura “vertical” de la ciudad se orienta a los usos de oficinas con servicios terciarios, hoteles y edificios estatales, especialmente ministerios, cuya arquitectura mostraba el poder político de un estado nacionalista y jerárquico (sobre todo durante los gobiernos del general Manuel Odria y Juan Velazco Alvarado, en la que se construyeron el Ministerio de Educación y el Centro Cívico). Por otro lado, el proceso de expansión del Skyline de manera dispersa, disgregada y fragmentada hacia el sur de la ciudad, disminuye durante la década del 80 debido a la gran crisis económica y social que se vivía en ese momento en el país.

Edificio de PetroPeru. JJC

Con el cambio del modelo económico realizado en 1990 hacia el neoliberalismo y la apertura del mercado peruano al mundo, los flujos de intercambio comercial crecen, reactivando economías como las primarias (minería), secundarias (como la construcción) y de servicios (turismo), esto acompañado de un boom inmobiliario que se inició a finales de la década del 90, generó la construcción de nuevos edificios de oficinas, hoteles, viviendas multifamiliares y nuevos centros corporativos en distintas zonas de la ciudad. Este proceso se ha consolidado en los últimos 10 años, tanto en las zonas tradicionales del San Isidro y Miraflores, como en los nuevos centros financieros que están surgiendo en la ciudad (la zona del Derby y el Polo en Santiago de Surco), mientras que en el centro de Lima, algunos de los antiguos edificios de los años 20 y 30, se están reciclando y reutilizando para usos de oficinas y vivienda. De esta forma, entre 1990 y 2007 se construyeron 30 edificios mayores de 50 metros y 12 de 40 a 50 metros; es decir el promedio de altura no fue tan elevado. Sin embargo, algunos de ellos podrían calificase de “rascacielos” para los estándares de Lima. En este sentido, uno de los símbolos de la Lima Moderna fue la Torre Interbank, inaugurada en el emblemático 2000, con un área total de construcción de 45 mil metros cuadrados, 20 pisos y 88 metros de altura máxima. El diseño fue del arquitecto Hans Hollein. Funciona como sede principal del Banco Interbank y se ubica en el cruce de las avenidas Javier Prado y Paseo de la Republica (13).

Torre Interbank. La plaza Peru

Dentro de este boom constructivo, en Mayo del 2011 se Inaugura el Hotel Westin, con 120 metros de altura, esta junto con las torres Begonias, de la misma altura e inaugurada dos años después, se perfilaron como los edificios más altos de Lima y del Perú, quitándole el puesto al Centro Cívico. De esta forma, estas construcciones transformaron el perfil urbano del centro financiero de San Isidro, convirtiendo el cruce de la avenida Javier Prado y la Vía Expresa en un punto de referencia importante dentro del Skyline de Lima. Por otro lado, hacia el este de la Javier Prado y cerca al cruce con la avenida Aviación en San Borja, se inaugura  la nueva sede del Banco de La Nación, en octubre del 2015, con sus 138 metros de altura (12), ubicándose en una de las zonas culturales más importantes de la ciudad (conformada por la Biblioteca Nacional, el Teatro Nacional y el Ministerio de Cultura), constituyéndose de esta manera no solamente como el edificio más alto del Perú, sino también como un nuevo hito dentro del panorama urbano de Lima.

Vista de la Torre Begonias y el hotel Westin.
Al fondo el edificio de Interbank. Skyscrapercity
Nueva sede del Banco de la Nación.
Actualmente es el edificio mas alto del País.
Foto Dante Piaggio en el Comercio

Los futuros proyectos de rascacielos en la ciudad (como las siete torres del complejo de oficinas del Cuartel San Martin en Miraflores, cuyo edificio más alto llegaría a los 202 metros de altura) y la consolidación de la Vía Expresa y la avenida Javier Prado como los nuevos ejes de edificaciones en altura, marcaran la pauta en la conformación del Skyline limeño. Sin embargo, el crecimiento disperso y discontinuo de estos edificios, sumado a una arquitectura que no llega a construir del todo una identidad urbana propia, o mejor dicho arquitecturas que podrían estar en cualquier parte del mundo pero que no trasmiten elementos propios del lugar, seguirían definiendo un panorama urbano fragmentado y sin una imagen apropiada de ciudad para ser mostrada al mundo. Si aplicamos nuevamente las teorías de Attoe a nuestra realidad, podemos ver que el simbolismo colectivo no es tan sólido ya que la población actual de Lima es demasiado diversa cultural y socialmente, existiendo cientos de imaginarios o ideales urbanos, por lo que la construcción del Skyline respondería solamente a ciertos grupos empresariales, los mismos que muestran mediante su arquitectura el indicador social asociado al poder económico que estos pueden tener. Directa o indirectamente, también refleja la pujanza de muchos sectores de nuestra sociedad urbana en estos últimos años de prosperidad económica. No obstante, al ser nuestra población muy diversa como lo mencione antes, esta no se siente identificada con la imagen arquitectónica y urbana que trasmiten estos edificios o simplemente han terminado aceptándolo como parte de su entorno urbano. En cuanto al tema de la orientación, no muchos edificios de Lima sirven como hitos urbanos que sean guías para las personas, como la torre del Centro Cívico, el edificio de Petroperu en San Isidro o la torre del Ministerio de Industria ubicado en el mismo distrito (con su arquitectura brutalista y su remate en forma de sombrero cuadrado). De esta manera, muchos de los edificios de Lima pasan desapercibidos para algunas personas o simplemente no existen dentro del imaginario urbano de la ciudad.

Fuentes:
(1) Landin, Jose Manuel. “Entendiendo el Skyline de las Ciudades”. Blog Mi Diario Urbano. 11 de octubre 2012. Link: midiariourbano.blogspot.mx
(2) Ibid.
(3) Ibid.
(4) UNESCO. Historic Centre of San Gimignano. UNESCO – Word Heritage Convention. Link: Whc.unesco.org
(5) Saenz, Isac. “Cartografías Verticales: Skyscrapercity.com, el Espacio Digital y el Skyline de Lima”. Crónicas Cartográficas: Historia Urbana y Cartografía. 8 de diciembre 2009. Link: crónicascartograficas.wordpress.com
(6) Orrego Penagos, Juan Luis. “Rascacielos Historicos de Lima”. Blog de Juan Luis Orrego Penagos. 02 de diciembre 2014. Blog.pucp.edu.pe
(7) Garcia Bryce, Jose. “La Arquitectura en el Virreinato y la Republica”. Historia del Perú. Tomo IX. Editorial Juan Mejia Baca. 1980. Pag. 135
(8) Orrego Penagos, Juan Luis. Op. cit
(9) Ibid.
(10) Ibid.
(11) El Comercio. “El Monumental Edificio de Petroperú”. Diario el Comercio. 23 de abril del 2014.
(12) COSAPI. “Nueva Sede del Banco de la Nacion”, Link: www.cosapi.com.pe
(13) Orrego Penagos, Juan Luis. “Rascacielos Historicos de Lima”. Blog de Juan Luis Orrego Penagos. 02 de diciembre 2014. Blog.pucp.edu.pe

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